Un cartel que anuncia la suspensión del servicio de la oficina de Anses sorprende por estos días a los sancarlinos que se acercan al edificio, ubicado en pleno centro de La Consulta, en la calle San Martín 440.
La unión vecinal, que desde hace seis años cede el espacio para esta actividad, decidió cerrar momentáneamente las instalaciones hasta tanto el organismo nacional asegure "personal, horarios y el sistema necesario" para dar una respuesta real y eficiente a la demanda de esta comunidad.
Este servicio estatal viene exponiendo serias deficiencias -según reclaman los mismos sancarlinos- desde finales del año pasado. Dicen (las quejas abundan en las redes sociales) que los empleados llegan tarde y sólo atienden un par de horas y un número arbitrario de turnos por día, dejando al resto de los usuarios sin respuesta.
En este contexto, las autoridades de la unión vecinal de La Consulta anunciaron esta semana que -hasta tanto se regularice la situación- han decidido "suspender la atención que brinda en su oficina de Anses".
"Les prestamos el espacio, ayudamos con la atención, les aseguramos la limpieza y hasta las computadoras son nuestras y ahora la gente se enoja con nuestra entidad por la mala atención que está brindando el Estado", argumentó Silvio Pannochia, presidente de la unión vecinal.
Ante este panorama, no tienen otra opción que aceptar este servicio deficiente o viajar unos 30 km hasta el centro de Tunuyán. El problema es que, generalmente, la gente que percibe las prestaciones de Anses tiene dificultades para trasladarse por sus propios medios o para movilizar a los hijos que padecen alguna discapacidad.
Según Pannochia, al lugar asiste un promedio de 1.100 personas al mes (unas 60 por día) para realizar distintos trámites y consultas sobre asignaciones del Estado. Al menos era la cantidad de usuarios que pasaban -en doble turno- por las instalaciones hasta fines de diciembre, cuando "comenzaron las irregularidades".
"Hace meses que viene cada día un empleado diferente y por unas pocas horas. La gente está esperando desde temprano y muchas se vuelven sin ser atendidos. Aquí hay vecinos que vienen desde muy lejos", apunta Pannochia, quien dijo que hace tiempo quiere reunirse con las autoridades provinciales. Asegura que "no es un problema de plata", pues no esperan el pago de un alquiler desde Anses, "sólo que presten el servicio de forma adecuada".
Desde hace seis años, la unión vecinal La Consulta les cede este edificio, que cuenta con una sala de espera, calefacción, personal de limpieza y apoyo en la atención y "a veces hasta les tenemos que sacar fotocopias a los formularios, porque ellos no tienen", arremetió.
Los Andes intentó comunicarse con las autoridades de Anses en Mendoza, pero justamente el delegado ayer estaba de viaje por el Valle de Uco para analizar la situación regional. Prometieron explicaciones en breve.
Los lugareños se entusiasmaron con un edificio privado en Eugenio Bustos, cerca de la terminal de ómnibus departamental, que Anses estaba reacondicionando como sede. Al menos eso anunciaban los carteles en el lugar. Pero las obras quedaron paralizadas tras las elecciones presidenciales del año pasado.