El campeón salió a la cancha para debutar en la nueva edición, y demostró que River va por el título de la Libertadores. Ante el ignoto Trujillanos de Venezuela, en su primer encuentro por el Grupo 1, el equipo de Marcelo Gallardo sacó a relucir toda su historia y categoría y, casi sin despeinarse, aunque transcurrió un primer tiempo discreto, edificó una goleada en el complemento para pasar a comandar con tranquilidad la zona.
River era el favorito para el partido en la previa, pero un viaje complicado, un once inicial mixto (titulares y suplentes), sumado al entusiasmo de los locales, dejaba la duda hasta que la pelota comenzara a correr.
Ambos equipos protagonizaron un pobre primer tiempo en el que, de entrada, mostraron sus intenciones. River intentó tener la pelota y generar juego con el despliegue de los laterales. Trujillanos se plantó para ceder la tenencia del balón y salir con pelotazos largos. La rapidez parece ser una de las virtudes de los venezolanos.
A los ocho llegó un buen contraataque para Trujillanos. James Cabezas aguantó la marca de Maidana tras un pelotazo y disparó de derecha. Barovero tuvo una buena intervención y la sacó al córner. Fue la única del equipo de camiseta amarilla en la primera etapa.
River tuvo la pelota, pero no pesó en el área visitante, condicionado por el mal estado del campo de juego y por la disciplina táctica del equipo local.
Pero se ajustaron piezas, se ganó en tranquilidad para los últimos 45’ y así llegó primero la joya de Pisculichi para destrabar el cerrojo, y desde allí, con la potencia de Alonso, y la experiencia de Lucho, la Banda terminó ofreciendo un recital de goles y lujos en Venezuela.
Fue un viaje "accidentado" para River
La llegada del plantel de River a Venezuela tuvo algunos condimentos que la volvieron accidentada y que, de algún modo, remitieron al accidente que sufrió el plantel de Huracán en Caracas, hace un par de semanas, con graves consecuencias para algunos jugadores del Globo.
El primer inconveniente con el que se encontró la delegación Millonaria se dio cuando arribaron en un vuelo chárter al aeropuerto de Maracaibo. Allí debían cambiar de avión para seguir con rumbo a Valera, la ciudad en la que por la noche enfrentaría a Trujillanos, pero el piloto que debía trasladarlos no estaba en el lugar. Por esa razón el viaje se demoró más de una hora.
Luego, al llegar al aeropuerto de Valera, se vivió lo peor. Los jugadores y el cuerpo técnico de River se trasladaron hacia el hotel en un micro que tenía deficiencias mecánicas y que debió detenerse al menos en dos ocasiones durante el trayecto.
Sin más, cuando el micro llegó a la puerta del hotel Las Acacias, se le rompió el radiador, comenzó a perder mucha agua y eso hizo que no pudiera acceder al sector en el que se encontraba el búnker del equipo.
La llegada del plantel millonario a Valera fue el miércoles por la noche, cerca de las 22, de la Argentina, pero recién ayer por la mañana se dieron a conocer estos contratiempos que, sin embargo, no hicieron mella en el buen estado anímico de los jugadores.