El Papa Francisco recibió ayer al nuevo embajador francés del Vaticano, dos meses después de que el gobierno de París abandonase el intento de que un gay católico ocupase ese puesto.
Philippe Zeller, ex embajador de Canadá de 63 años, presentó sus credenciales al Pontífice al ocupar un puesto que estuvo vacante durante 15 meses por un enfrentamiento entre el gobierno socialista francés y la Santa Sede.
El presidente francés François Hollande presentó a principios de 2015 a su primer candidato, Laurent Stefanini, católico practicante y homosexual que ya fue ministro-consejero de esa embajada entre 2001 y 2005, pero se vio obligado a renunciar su candidatura a falta de una respuesta positiva del Papa.
El Vaticano nunca llegó a expresarse públicamente, pero la falta de respuesta se interpretó como un rechazo hacia la sexualidad de Stefanini.
El diario católico francés La Croix dijo el año pasado que el Vaticano consideró que el nombramiento de Stefanini era una “provocación”, y también se especuló que la Iglesia estaba penalizando a Hollande por promulgar la ley sobre el matrimonio homosexual en 2013.
El conflicto fue percibido como perjudicial para los intentos del papa Francisco para que la Iglesia tuviera una actitud más abierta hacia los creyentes homosexuales.