La Asociación de Defensa del Consumidor, Protectora, trabaja en la elaboración de un proyecto de ley para cerrar bares y boliches entre las 2 y las 6 de la mañana en Mendoza. Si bien la propuesta tiene como objetivo reducir el número de víctimas fatales por accidentes viales, el sector empresario protestó por las pérdidas económicas que generaría la ley y cuestionó el plan de acción elaborado por el organismo.
Mario Vadillo, de Protectora, explicó que la propuesta surgió por la preocupación de padres de familia que se acercaron a la Asociación. “Estamos en una situación de emergencia por la gran cantidad de accidentes fatales que ocurren en la provincia. Tal vez la medida no apunta a ser definitiva pero es necesaria”, comentó.
Desde la Asociación, aseguran que la intención es establecer un “toque de queda comercial”, pero Vadillo se encargó de aclarar el alcance de la propuesta. “No todas las actividades comerciales se verían afectadas. Sólo se restringiría el horario de aquellas que ofrecen el consumo de alcohol a los jóvenes. Tampoco se prohibirían las fiestas privadas”, señaló.
De todas formas, el abogado de Protectora aclaró que aún queda mucho trabajo por hacer, ya que todavía no se escribió el borrador del proyecto.
“Trabajaremos el escrito de la ley con Daniel Cassia, quien ya tiene experiencia en este tipo de reglamentaciones”, indicó Vadillo.
“La intención de Protectora es tener el proyecto listo para ser presentado en un máximo de 15 días”, reveló.
Negativa generalizada
Representantes de diferentes cámaras empresarias evaluaron la iniciativa de Protectora y mostraron su disconformidad con el proyecto. Adolfo Trípodi, presidente de la Federación Económica de Mendoza (FEM), aseguró que, en caso de aprobarse de la ley, "se provocaría un daño económico innecesario sobre los comercios" relacionados con la actividad gastronómica.
Para el empresario, la restricción horaria no es la solución al problema de los accidentes fatales. “Para evitar accidentes se deben endurecer los controles de alcoholemia y de prevención”, opinó.
Similar fue la postura de Juan Viciana, vicepresidente de la Unión Comercial e Industrial de Mendoza (UCIM). “El proyecto va en contra de la libertad comercial. En UCIM no hemos tratado el proyecto de Protectora, pero siempre hemos tenido una postura pro negocios y esta medida, sin duda, atenta contra el normal desarrollo económico de los comercios”, comentó.
Desde su punto de vista, la restricción “no beneficiará a nadie” y el objetivo que persigue la asociación de defensa del consumidor, “debe ser alcanzado por otros medios”.
Apoyó esa lectura Fernando Barbera, dueño de La Marchigiana y secretario gremial de la Asociación Empresaria Hotelero, Gastronómica y Afines de Mendoza (Aehga), quien rechazó la propuesta de Protectora y advirtió, además, que “la ley afectaría a los negocios formales e impulsaría a la actividad nocturna hacia la ilegalidad”.
Al igual que los demás empresarios consultados, opinó que “con mayores controles policiales y prevención, se lograría reducir los accidentes sin afectar a los locales nocturnos”.
Por su parte, Fausto Manrique, vicepresidente de Aehga y representante del área gastronómica de esta Asociación, completó la postura unánime del sector empresario declarando que “la ley sería demasiado autoritaria y provocaría serios inconvenientes económicos a los comercios de manera injustificada, principalmente en los locales bailables”.
Ante la iniciativa de Protectora, los expertos esperan que exista un debate abierto entre todas las partes involucradas. “La intención de la ley es excelente, pero el diálogo permitirá una solución más acertada”, aseguró Juan Viciana.
Antecedentes que no tuvieron éxito
La asociación de defensa del consumidor, Protectora, destacó en su página web dos leyes que persiguieron los mismos objetivos que el “toque de queda comercial” en el pasado.
La primera experiencia se remonta a 2006, cuando el entonces gobernador, Julio Cobos, intentó prohibir la venta y consumo de alcohol en la vía pública. “En ese momento sólo se logró reducir el horario de funcionamiento de los boliches y se realizaron controles en los locales bailables para garantizar la no permanencia de menores de edad”, recordó el organismo.
El otro caso se presentó en 2009, cuando Daniel Cassia presentó un proyecto de ley para “prohibir la circulación de menores de 18 años entre las 20.30 y las 6 en todo el territorio provincial”, pero la medida no prosperó.