Se trata de Leandro Di Yacobo, médico pediatra y propietario del Centro Integral de la Madre y el Niño, instituto que mantiene una relación contractual con el Hospital Militar y en la causa judicial se investiga la muerte de María José Bauzá (8), quien padecía el síndrome de Down.
La defensa de Di Yacobo, a cargo de Carlos Reig, primero pidió y obtuvo la exención de prisión del médico y más tarde apeló el auto de procesamiento del juez Walter Bento. Por eso el expediente llegó a la Cámara Federal de Apelaciones que no sólo confirmó lo resuelto por el juez, sino que pidió ampliar la investigación a "otros profesionales", que podrían haber actuado en forma negligente en este caso.
Juicio a prueba
Ahora se agotó una nueva instancia, cuando la defensa pidió la suspensión del juicio a prueba, para lo cual ofreció como "reparación" la atención médica de diez niños en su instituto y la donación de leche a razón de 1.000 pesos por mes.
El planteamiento fundado por el abogado Reig primero encontró el rechazo de la fiscal, argumento al que adhirieron Emilio Vázquez Viera (h) y Ariel Civit, en representación de la familia, al señalar que "existe una relación causal entre el siniestro y la muerte de la paciente, resultando imposible aceptar el ofrecimiento, porque la atención de niños está comprendida en la prohibición de la inhabilitación, y la donación de leche, no está prevista en el espíritu del instituto.
Al igual que la defensa, los abogados de la familia Bauzá hicieron reserva de recurrir en casación.
El caso
El episodio ocurrió hace 7 años y quedó al descubierto cuando los padres de la niña denunciaran al médico y al instituto de mala praxis.
Una posterior investigación, con una exhumación realizada veinte días después de su muerte, determinó como causa del fallecimiento un grave edema pulmonar (había llegado con un cuadro de broncoespasmo), y si bien se confirmó que había sido bien medicada, se resalta que debería haber sido derivada a tiempo a un establecimiento con terapia intensiva pediátrica. Agregando que, "principalmente", se debería haber tenido en cuenta su calidad de paciente especial.
La denuncia
En la denuncia se hace referencia a que en el Centro Integral de la Madre y el Niño se encontraron, ante la emergencia, con un "tubo de oxígeno trabado, la falta de una aerocámara y la imposibilidad de utilizar el saturador por la ausencia de un elemento eléctrico". Después la pequeña fue atada a una camilla y trasladada al Español.
En la instrucción también se conoció que la partida de defunción contenía datos erróneos, como que la niña había muerto en el hospital Español, cuando en realidad el deceso de produjo en el camino, concretamente frente a los Portones del parque General San Martín. Ahora el expediente y las actuaciones deberán ser estudiados por una Cámara de Casación.