Después de un debate abierto, con señales de apertura y una marcada división entre reformistas y conservadores, los religiosos que participaron del Sínodo sobre los desafíos de la familia redactaron el texto final.
Debido a que, por expreso deseo del papa Francisco, se dieron a conocer las votaciones puntuales de cada párrafo del documento final, por primera vez en la historia se puede conocer cuántos votos consiguieron esos textos que despertaron dudas y qué decían.
De los 62 párrafos incluidos, distintos a los del borrador que despertó polémicas, sólo tres no alcanzaron los 123 votos necesarios para ser incluidos en el relatio synodi, es decir el aval de dos tercios de los presentes.
Los proyectos de Francisco que no lograron la aprobación por el freno del ala conservadora, que cierra los ojos al estado de cosas actual, se refieren al sacramento para casados en segundas nupcias y la no discriminación de las personas homosexuales (arts. 52, 53 y 55 texto originario).
Los cambios no son fáciles pero este pequeño gran avance muestra la enorme dimensión espiritual que caracteriza a nuestro Santo Padre. Como señalaba Gandhi: “Aquellas personas que no están dispuestas a pequeñas reformas no estarán nunca en las filas de los hombres que apuestan a cambios trascendentales”.
Bergoglio -a veces con cierta soledad- busca abrir las puertas de la Iglesia para toda la humanidad poniendo a Cristo como estandarte, pero sus peores enemigos y los escollos más importantes se encuentran dentro: varios miembros de la institución católica que se niegan a admitir la realidad y siguen, aún, en este nuevo siglo XXI dando la espalda a los nuevos vientos que empezaron a soplar con el Concilio Vaticano II.
Carlos Horacio Rodríguez Vázquez - DNI 31.869.764