La actuación y el triunfo en Caballito (superó con autoridad a Ferro) dejó un sabor dulce en la Lepra.
Y es que el equipo se debía una buena actuación y los tres puntos, tras un comienzo a los tumbos con una derrota y un empata en casa.
No hay dudas que la victoria era fundamental para engrosar el promedio del descenso, y significó un espaldarazo enorme para el equipo comandado por Martín Astudillo, de cara a lo que viene en el campeonato.
Ahora llega Almagro, y el elenco Azul tendrá que ratificar el nivel exhibido frente al Verde.
Será una prueba fundamental como local, sabiendo que no puede dejar puntos en el camino. Si mantiene el juego, tendrá muchas chances de seguir tomando aire en la zona roja.
Otro punto positivo es que encontró el gol de la mano de Cristian Tarragona, quien estaba ausente en el arco contrario. Además, se dieron varios puntos altos que potenciaron el juego colectivo.
La buena noticia para el entrenador es que tendrá disponible a Yeimar Gómez Andrade, expulsado contra All Boys.
El defensor colombiano es uno de los refuerzos para esta temporada, y ahora decidirá el DT si le mantiene el lugar o ratifica a Ariel Agüero en el fondo. El Oso es un histórico que perdió el puesto en este torneo.
Se viene otro examen decisivo para Independiente. Porque está claro que cada partido es una final en la lucha por sobrevivir.
Solución para el Flaco Pereyra
Uno de los temas a solucionar en Independiente, tenía que ver con la situación de Juan Pablo Pereyra y Matías García, quienes no habían arreglado la salida del club y por eso estaban sin jugar en sus nuevos clubes.
En relación al delantero, Independiente no le dio la libertad y eso le imposibilitó de vestir la camiseta de Colegiales, elenco de la Primera B Metropolitana.
“Hace ocho meses que no cobro y se me hace muy complicado vivir”, había declarado el Flaco la semana pasada. Intervino Sergio Marchi, titular de Agremiados, quien estuvo en la provincia para tratar de destrabar el conflicto.
Finalmente, hubo acuerdo entre el futbolista y los dirigentes de la Lepra y todo quedó en paz.
