La tecnología parece estar presente a donde quiera que vayamos, pero siempre la asociamos las actividades más comunes de nuestra cotidianidad. El smartphone, la tablet, la PC y las consolas son sólo algunos de los dispositivos que se nos ocurre mencionar cuando nos hablan de lo “tecno”.
Pero la utilización de los avances en ciencia y tecnología van mucho más allá del entretenimiento, la comunicación o las herramientas de trabajo. La tecnología puede cambiar vidas ayudando a quienes nunca creyeron que podían encontrar una solución en los dispositivos que muchos otros consideran meros juguetes.
Un grupo de investigadores en Corea del Sur han logrado demostrar el potencial de la realidad virtual como elemento para tratar problemas de alcohol. Si estos hallazgos conducen a otros casos de éxito se podría llevar a cabo una nueva generación de procedimientos que se valgan de dispositivos para el tratamiento de otras condiciones clínicas en las que los pacientes puedan tomar provecho de la tecnología para una mejor calidad de vida.
¿Cómo lo lograron?