Hace 20 meses que se inició una nueva gestión en YPF. Entiendo que es un plazo muy corto para realizar evaluaciones definitivas, pero suficiente para poder hacer algunas consideraciones sobre la situación energética del país en general y de las decisiones que tomó YPF en particular.
Lo hago desde un punto de vista técnico, con honestidad intelectual y desde la experiencia que me dieron mis 50 años de carrera profesional, llegando a ser presidente de YPF entre los años 1997 y 1999. Considero que el país necesita saber qué es lo que está pasando.
Panorama energético argentino
Mucho se afirma sobre la situación energética del país: que necesitamos importar energía, que la producción de hidrocarburos viene cayendo, que hay cuencas todavía no exploradas, etc.
La realidad, cuando observamos en forma más amplia el escenario, es que nos encontramos con un país que hace más de 100 años viene produciendo gas y petróleo. En 1907 se descubrió el primer pozo de petróleo en el Golfo San Jorge. Entre 1988 y 2008 se descubrieron cinco importantes yacimientos de petróleo. En todos ellos ya se produce más agua que petróleo (por ejemplo en Chihuido de la Sierra Negra, descubierta en 1988, se produce 94% de agua y 6% de petróleo).
Con lo cual, cuando vemos esta situación, nos encontramos con que los yacimientos que está explotando el país tienen una larga historia de producción y se encuentran dentro de lo que la industria denomina "cuencas maduras". Es decir, pozos en dónde la producción de petróleo declina naturalmente y el esfuerzo por extraerlo es cada vez mayor. No es sólo una cuestión de bombear y obtener petróleo. Se necesitan realizar esfuerzos mayores -trabajos de recuperación secundaria se los denomina- para obtener esa extra y valiosa producción.
Hay que poner las cosas en la perspectiva correcta. La Argentina no es Arabia Saudita. Con esto quiero decir, que desde un punto de vista geológico, la producción por pozo es baja, incluso cuando estaba en su plenitud de producción.
El promedio de producción de un pozo en el país es de 3,1 m3/d, en Estados Unidos de 2 m3/d y en Arabia Saudita 1.600 m3/d. Es decir que para obtener 16.000 m3/d de petróleo diarios, en Arabia Saudita se necesitan sólo 10 pozos productivos y en el país más de 5.000 pozos (el total de pozos activos de YPF en la Argentina es de 10.700).
En el caso del gas, YPF tiene una producción promedio de 30.000 Km3/d con 480 pozos productores cuando en Qatar el promedio es de 2.800.000 Km3/día.
En la actualidad, cada equipo de perforación nuevo que se incorpora puede agregar un máximo de 32.000 m3 de petróleo por año. Como la producción de petróleo del país está declinando a un ritmo del 8% al año, para compensar esa caída se necesita sumar un promedio de 23 equipos por año.
En cuanto a gas, para agregar 65.000 m3/d, que es el declino actual de producción, se necesitan 11 equipos de perforación por año.
En términos económicos, para sostener la producción actual y evitar el declino se necesita una inversión promedio de 2000 millones de dólares año, si se toma un costo promedio por equipo de 50 millones de dólares.
Y esto, reiteró, sólo para mantener estable la producción. Cualquier cosa que se haya hecho en el pasado por debajo de esos niveles, permite explicar la caída actual de la producción.
Este panorama no es para desalentarnos sino para tomar las decisiones adecuadas en materia de energética.
Hay que ser positivamente realistas y trabajar seriamente.
¿Que hizo YPF?
En este escenario, nos encontramos con la actual gestión de YPF que tomó algunas decisiones que comparto técnicamente y que son las adecuadas para la situación actual.
La primera, es poner un enorme esfuerzo en trabajar sobre nuestros yacimientos maduros para sostener los rendimientos de los pozos actuales.
Al respecto, según los datos que informó la empresa a la Secretaría de Energía de la Nación, la producción de petróleo de YPF creció en diciembre 2013 un 8,7% y la de gas un 11,4% respecto al mismo mes del año anterior.
Y esto básicamente se logró recorriendo un camino de trabajo y esfuerzo productivo que permitió elevar los niveles de actividad por encima de los necesarios para revertir el declino.
Si recordamos lo que dijimos anteriormente, son necesarios un total de 36 equipos para sostener la producción actual del país. YPF en tan sólo 18 meses logró sumar 38 nuevos equipos de perforación y 36 equipos de workover (reparación de pozos). Y multiplicó la inversión, llegando a los 5.000 millones de dólares, el doble que la que realizaba la compañía en el 2011 y de la que se necesita para sostener equilibrada la producción.
Sumar esa cantidad de equipos en la Argentina es un esfuerzo descomunal. Este esfuerzo es complejo, no sólo desde lo operativo y logístico sino porque el país no dispone de una oferta de equipos para dar una rápida respuesta a un crecimiento de la demanda.
Esta es, objetivamente, nuestra realidad. Para adelante, queda analizar cómo seguimos mejorando la actual producción de hidrocarburos y cómo sumamos nuevos recursos: los no convencionales. Un desafío que puede mejorar considerablemente esa realidad.
Las opiniones vertidas en este espacio, no necesariamente coinciden con la línea editorial de Los Andes.