La ausencia de detalles en los anuncios previsionales e impositivos del gobierno nacional dejan al desnudo la necesidad de la Casa Rosada de retomar la iniciativa política y atraer fondos para reactivar la economía.
Sin dudas, el proyecto de blanqueo es el que suscita el mayor rechazo, porque implica un excesivo premio para aquellos que fugaron capitales al exterior, en muchos casos, sin tributar impuestos o generados en actividades ilícitas.
Al mismo tiempo, genera un nuevo castigo para todos aquellos que pagaron sus impuestos regularmente y no sólo sufrieron la voracidad fiscal de los distintos gobiernos, sino también confiscaciones de su patrimonio.
¿Cómo explicar la viabilidad de un blanqueo cuando muchos de los funcionarios actuales rechazaron el mismo mecanismo hace apenas tres años?
Y en todo caso, ¿qué necesidad existe de un blanqueo, si es un nuevo gobierno más confiable y amigable con el capital?
Si esto fuera una realidad, los capitales vendrían solos sin necesidad de un plan de regularización fiscal.
El blanqueo responde a una necesidad de inyectar fondos a la economía y quitar la asfixiante presión provocada por el ajuste de tarifas y el alza de la tasa de interés para contrarrestar la inflación.
Pero el blanqueo es la consecuencia lógica de haber adoptado un gradualismo fiscal, de no generar confianza y dejar intactas las causas que generan la inflación: excesivo gasto público y déficit fiscal a pesar de una presión tributaria descontrolada.
En cuanto a la iniciativa previsional, las sombras son aún mayores, ya que no se sabe cuánto es el monto de las sentencias y las demandas.
Se desconocen los montos de las sentencias firmes porque hay fallos que aún no han sido liquidados por los cuales corren intereses y astreintes, en algunos casos, como así también, las costas judiciales y los honorarios.
De la misma manera, las demandas en trámite cursan con determinaciones de monto variables por lo cual dependerán del momento en que se arribe a un acuerdo de pago, si es que se logra.
Tampoco se puede determinar cuál será el flujo de los nuevos haberes hacia adelante, porque también habrá que incorporar a la cuenta final a aquellos que no iniciaron acciones judiciales y las nuevas pensiones universales.
En síntesis, por ahora, anuncios políticos sin detalles económicos ni estimaciones de costos, y mucho menos fuentes de financiación. Agencia DyN