En la entrevista que el periodista Martín Appiolaza le hizo para Los Andes en junio de 2000, el recientemente fallecido Raúl Moneta dijo que buscaba justicia y le pesaba la condena de la opinión pública.
Cuando se agotaba la entrevista, surgió la pregunta del millón: ¿dónde estuvo el ex banquero Raúl Juan Pedro Moneta mientras lo buscaba la Justicia para meterlo preso por la caída del Banco Mendoza?
Sin dudar un instante Moneta contestó: “Estuve la mayor parte del tiempo en Chacras de Coria”.
Ni los familiares ni los colaboradores que presenciaban la entrevista con Los Andes sabían a ciencia cierta dónde pasó los meses en la clandestinidad, mientras se sucedían los allanamientos dispuestos por el juez federal Luis Leiva. Por eso, cuando Moneta dijo que estuvo en Chacras, dejó a todos con la boca abierta.
Aquí reproducimos la entrevista completa tal como se publicó:
- ¿En Chacras? ¿Y el resto del tiempo?
-En La Puntilla, en Godoy Cruz. ¡Nooo! (gritó divertido mientras reculaba)... Y soy muy nacionalista para irme a las Bahamas.
-¿Estuvo en Anillaco?
-¡Ni loco!. Ahí te parás y te ven.
La entrevista debía ser en un lugar tranquilo. El viernes, a las 20, Raúl Moneta contestó a las preguntas de Los Andes en un estudio jurídico de la calle Pedro Molina."Contesto todo", prometió el ex banquero. Mientras corrían los minutos, empezó a dar vueltas en torno a una mesa de reuniones. Cambió varias veces de asiento, se sacó y puso el saco un par de veces. Y cuando se calentó el clima, insultó sin medios tonos a las personas que considera responsables de sus problemas. "En estos meses ha madurado su situación", opinó un colaborador que ha presenciado muchas de sus entrevistas. Por momentos, Moneta se agita, habla con voz profunda, pero no pierde la amabilidad. Y no oculta que desea hablar."La plata no es importante para mí ahora; quiero contar lo que pasó. A eso me voy a dedicar un tiempo", le dijo al cronista al despedirlo. En la calle, cuatro guardaespaldas hacían guardia.
Moneta se quedó hasta el viernes en Mendoza, después de la asamblea de accionistas del Banco Mendoza. Dijo que para hablar con sus abogados. Aprovechó para hablar también con la prensa: “Estuve en televisión para clarificar, porque después dicen que me escondo, que no doy la cara”.
-¿Quiere lavar su imagen?
-No es así la cuestión. No me siento sucio como para lavarme.
-Quizá la gente no piensa así.
-Es cierto que la gente tiene muy mala imagen nuestra, porque durante casi 8 meses por defender nuestra libertad no pudimos dar la cara y contestar preguntas. Ese espacio los llenaron otras voces que tenían fines y objetivo “non sanctos”. Ahora tenemos que trabajar, explicar y dar pruebas de que muchas cosas que se dijeron no son ciertas.
-¿Está tratando de vengarse de lo que considera una injusticia?
-No, porque soy una persona con convicciones católicas. No me empuja el rencor ni la venganza. Quiero justicia. Es una percepción que tengo de mí mismo, aunque ya no soy el mismo.
-¿En qué cambió?
-Perdí más de un año de mi vida. Y voy a perder algunos más en esta tarea de contar mi verdad. Voy a ir al fondo de la cuestión. Quiero esclarecer cosas. Tener que estar en esta mega situación de corrupción e ilícitos no me gusta, pero me hago cargo. Busco justicia, aunque no sé si hay un duende dentro de mí que tiene odio y rencor. Puedo ir a misa ya y comulgar sin confesarme.
-¿Y puede caminar por la Peatonal tranquilo?
-Por supuesto.
-Pero rodeado de guardaespaldas.
-Es por otra cosas. No quiero hablar de esto... He recibido amenazas de muerte desde enero.
-¿Y quién cree que lo amenaza?
-No sé, lo he denunciado. Pero no hay otro motivo para andar con guardaespaldas. O conoce algún ahorrista del Mendoza que no haya cobrado, alguien al que hayamos estafado como para que me pare en la calle y me diga que soy un ladrón.
En la niebla
Después de dar su versión sobre la caída del Banco Mendoza y decir que no es responsable de que los bancarios que lo repudian se quedaran sin trabajo, contesta sobre su historia.
-El República, como un banco nuevo que creció meteóricamente, quizá no apareció como un respaldo muy sólido al Banco Mendoza.
-Pero el República cumplió 30 años. Empezó como una casa de negocios en el mercado bursátil.
-Se asegura que usted se enriqueció en esa etapa con la bicicleta financiera. Lo investigó el periodista Horacio Verbitsky.
-No, jamás saqué dinero. Yo invierto en el país. Y a Verbitsky le hice un juicio y no logro sentarlo en un tribunal, raja como rata. Igual que (Jorge) Lanata. Lo penoso es que estos irresponsables asustaron a la gente. Y yo luchaba contra los molinos de viento, mendigándole al señor Lafalla que cumpla los compromisos que firmamos; es un irresponsable que te miente. Yo no necesitaba el Mendoza para hacerme rico y famoso. Pero ahora quién paga los platos rotos: ¿Gustavo Gutiérrez, y Carlos Balter, que festejaron la caída?, ¿(Sergio) Palazzo y Mastronardi? Pusimos 200 millones de dólares y nos los afanaron y después nos piden la captura por subversivos económicos. No sé cómo un día no agarré una ametralladora y los maté a todos.
-¿A través de operaciones de call financiaba la compra de medios?¿Sacó plata de Mendoza para invertir con el CEI?
-Eso lo dijo el travesti de la denuncia (Gutiérrez). Yo compré el CEI en 1991 y el Mendoza en 1997. En el ‘92 ya teníamos Telefónica. Además, el República no le podía prestar al CEI porque tomaba a tasas internacionales mucho más baratas. Emitimos un bono en pesos a 10 años , algo que ni el Banco Mendoza podía hacer.
-¿Moneta es un empresario en retirada?
-No. Lo que estamos haciendo con el CEI es reestructurar los negocios. Y el CEI no es Raúl Moneta solamente. Hemos hecho negocios que nos parecen brillantes y seguimos adelante con Torneos y Competencias y con el 3% de Telefónica mundial con una prima del 40%. La gente no sabe lo que dice. De todas maneras no significa que no haya perdido dinero con todo esto. Y lo más terrible ha sido el tiempo y la credibilidad. Estamos en un túnel rodeados de fantasmas y cualquier cosa que uno hace es mirada con sospecha.Pero no me quiero poner a llorar como una mujer. Muchas veces la vida no te paga como uno cree que debería.
-¿Tuvo un proyecto político para Mendoza?
-No.
-¿Y ahora lo tiene?
-Para nada. Algunos tipos pensaban que era el candidato del menemismo, o me vinculaban con Cavallo. No es lo mío.
-Se sigue pensando que es un testaferro de Menem. ¿Usted relaciona sus problemas con la Justicia con la retirada del menemismo?
-Creo que el tema de las elecciones agitó estas cosas y sobre todo las internas del peronismo y la Alianza. Sin comerla ni beberla me rozaban cosas en las que no tenía nada que ver. No me quejo, me la aguanto. Pero creo que merezco el crédito de ser escuchado y darme el tiempo para demostrar cómo fueron las cosas.
Un plan para el retorno
Moneta ha dicho que quiere abrir un banco en Mendoza. ¿En qué está pensando? Dice: “Quiero hacerlo como un legado de los 120 años que el Mendoza estuvo y no merece desaparecer”.
-Implica reabrir el Mendoza.
-No. Hay posibilidades, pero lo que me parece importante es pensar un proyecto sin limitaciones, que no sea obsoleto. Haría un banco de inversión,de los que le dicen “de segundo piso”,que tercerice.
-¿Cómo el República?
-No,aunque el República era un banco de segundo piso.Tendría que ser un banco mixto y orientado a las actividades de Mendoza. Debería ser una matriz con pequeños bancos municipales que dependan de este banco de segundo piso.Cuando devolvimos la licencia del República dejamos un cargo que pueda ser solicitada por un banco regional.