Raúl Balbo, padre del hincha fallecido tras ser arrojado desde la tribuna durante el clásico cordobés, reclamó hoy que se haga justicia y afirmó que no quiere volver al estadio porque no tiene garantías de seguridad.
"Por supuesto que (quiero que) se haga justicia por mi hijo, y que no le pase lo mismo a ningún otro'', dijo Balbo al lamentar la pérdida de su hijo, Emanuel, fallecido la víspera en un hospital de Córdoba, 700 kilómetros al noroeste de Buenos Aires, a raíz de un traumatismo de cráneo sufrido durante el medio tiempo del clásico cordobés entre Belgrano y Talleres del sábado. El partido se saldó con un empate de 1-1 por la 20ma fecha de la liga argentina.
El joven, de 22 años e hincha de Belgrano, fue tirado al vacío por seguidores de ese mismo equipo. Las imágenes transmitidas por la televisión muestran cómo Balbo intenta escapar de sus agresores, que finalmente lo interceptan en la barandilla de una tribuna del estadio "Mario Alberto Kempes'' y lo arrojan al vacío. Decenas de personas observaron mientras tanto de forma pasiva la agresión.
El hecho volvió a poner en debate la imparable violencia y la falta de eficacia de los operativos de seguridad.
El padre del hincha señaló que no quiere ver las imágenes de televisión en las que se ve cómo su hijo es arrojado al vacío. "Tirar a una persona de una tribuna como si hubieran tirado un trapo...'', se lamentó.
Asimismo indicó que le "gustaría saber'' por qué los agresores actuaron así "por una palabra de una persona que a lo mejor ni conocían''.
Balbo sostiene que el instigador del linchamiento de su hijo fue Oscar "Sapo'' Gómez, quien hace cuatro años mató a otro de sus hijos durante una ``picada'' (carrera ilegal de autos) y que durante el clásico se encontró con Emanuel.
Al respecto afirmó que Gómez señaló a Emanuel como hincha de Talleres e incitó a otros aficionados de Belgrano a agredirle.
"Empezó a gritar (que mi hijo) era de Talleres, un infiltrado, y los otros energúmenos lo empezaron a pegar y lo tiraron de la tribuna'', afirmó.
Gómez se entregó la víspera a la justicia. La fiscal Liliana Sánchez lo considera sospechoso de haber instigado la agresión a partir de testimonios recabados de personas presentes en el estadio. Otros cuatro aficionados que presuntamente participaron en la agresión están detenidos.
Balbo dijo que le "quedan ganas'' de ver fútbol, pero no de ir a la cancha y al respecto afirmó que no volverá "a pagar una entrada en la que no me dan ninguna garantía de vida''.
Asimismo señaló que se ha comunicado con las autoridades de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) y del Belgrano. "Ninguno me va devolver a mi hijo'', se lamentó.
La AFA repudió la "inconcebible agresión'' que sufrió Balbo en un comunicado publicado en su página web.
"Esta Casa rechaza todas estas acciones, que son obra de delincuentes que tanto daño le produjeron y le producen a la sociedad en su conjunto y particularmente a la familia del fútbol'', subrayó la federación. La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, solicitó la víspera que se trate inmediatamente el Régimen Penal para Espectáculos Futbolísticos, presentado en agosto en el Congreso, ya que "agrava fuertemente las sanciones de todos los delitos cometidos en un estadio de fútbol''.