Tuvieron su época de esplendor en la década de los 80 y los 90 pero hay fanáticos mendocinos que resisten al paso del tiempo. Se trata de quienes se dedican al hobby del automovilismo slot, un hobby al que la mayoría reconoce por el nombre comercial: scalextric.
En Mendoza son 15 aficionados los que se juntan cada viernes a competir en el club San Martín (Pacífico), de la sexta sección, aunque entrenan durante los días de semana para tener sus autos a punto para el día del examen.
Antes de ingresar a la zona de competencia ya se escucha el correr de los pequeños autos. Parece una fábrica de mosquitos, ya que se siente un zumbido que fluctúa en intensidad. Tras las puertas, el escenario confirma que allí se están corriendo carreras.
Hay una pista que ocupa gran parte del espacio, pero eso no es todo. También hay monitores que indican, entre otros, puntajes, vueltas y tiempo de recorrido. Hay pequeños escritorios donde cada uno de los corredores deposita una caja que contiene las herramientas para la puesta a punto de sus vehículos. Se parecen a los boxes de fórmula 1, pero a escala.
"Practicamos este hobby de toda la vida. Y aunque es muy competitivo, somos un grupo de amigos que se reúne a disfrutar de lo que nos gusta", indica Emilio Vie y en sus palabras se siente verdadera pasión por lo que cuenta.
Motores rugiendo
Gabriel Di Natale comentó que reciben la denominación "slot" porque en inglés quiere decir ranura, que es justamente el lugar por donde circulan los pequeños automóviles. "Por eso no hace falta manejarlos. La ranura va por el trazado de la pista", explica Di Natale y agrega que el circuito mendocino tiene 6 pistas que no se cruzan.
Existen circuitos profesionales que tienen 8 pistas, son mucho más rápidos y se denominan Blue King. También hay pistas similares en todo el país ubicados en Buenos Aires (la mayoría), Alta Gracia, Río IV y Córdoba capital.
"Hay gente que vive de esto, de hecho hay preparadores reconocidos a nivel internacional", revela Vie mientras escuchan sus palabras Jorge Torresi, Federico Torresi, Andrés Cruvellier, Fernando Lanzone, Daniel Achem, Cacho Lorenzo y Juan Carlos Barroso que se preparan para competir.
Di Natale dijo que los scalextric tienen una superficie que generalmente es de plástico mientras que los competidores mendocinos se desplazan por una circuito de madera artesanalmente elaborado. "Son 54 metros de perímetro. Es bastante grande", describe el corredor.
El peso de los autos es llamativo, ya que aunque la diferencia entre los vehículos es mínima, los especialistas aclaran que apenas unos pocos gramos hacen la diferencia. Así, el auto más pesado alcanza los 90 gramos como máximo, mientras que hay de 85 y 68 gramos, para los más rápidos de la categoría.
Dos acepciones
Di Natale cuenta que es un hobby que tiene dos acepciones. Por un lado el tipo "americano" y por otro el "europeo". La diferencia entre uno y otro es que el primero busca velocidad mientras que el segundo presta atención a lo estético.
"Nuestra especialidad es la de andar rápido. Por ejemplo, en la categoría que corremos los autos alcanzan los 120 kilómetros por hora, aunque hay categorías superiores en que se puede llegar a más velocidad todavía", explica el corredor.
En tanto, del estilo europeo dice que los circuitos suelen estar rodeados de maquetas que replican paisajes nevados por ejemplo, y con réplicas exactas de autos que compiten en trazados profesionales.
Los motores de los autos son de 12 voltios de corriente continua cuya preparación es libre. "Cada cual arregla su auto de acuerdo al manejo que se tenga. Según el estilo de cada uno es el tipo de motor del vehículo", informa Di Natale y agrega que un auto con una preparación preestablecida, posiblemente pueda que no sirva para competir.
En Mendoza se realizan carreras en el mencionado club que suman 6 o 7 campeonatos anuales y cuyas fechas son los viernes por la noche. "En general, de campeonato en campeonato vamos variando tanto de chasis como de categorías, para que no se vuelva tedioso", indica.
De todas maneras, antes de competir deben entrenar como cualquier corredor de autos "real". Para ello se reúnen durante la semana y ponen a punto los autos, chequean los frenos, las configuraciones del motor y del pulsador.
Costos
Según informa el corredor, para empezar a incursionar en este hobby hay que tener al menos 2500 pesos para el auto, lo que incluye un motor blindado de 600 pesos (no se puede retocar y tiene una duración acotada) más el chasis, los ejes, el tren delantero, los bujes y las coronas entre otros elementos.
Además de eso hay que sumarle un pulsador que cuesta 2 mil pesos en adelante. "Son como joysticks que tienen un gatillo para acelerar, pero si lo soltás el auto frena. Nosotros usamos pulsadores electrónicos que tienen control de tracción y freno. Según como lo uses tiene incidencia en cómo va a ser el manejo", asegura.
Además de pagar la cuota social del club, el grupo también debe abonar la limpieza de la pista que tiene un costo de 2500 pesos cada dos campeonatos. La misma se realiza con diez litros de un solvente especial que elimina las marcas dejadas por los autos.
"Somos grandes con alma de niño. Lo bueno que tiene este hobby es que te desenchufás, pero viene poca gente, es difícil que con la tecnología que existe hoy se acerquen más personas", dice Fernando Lanzone quien también es el titular de la Asociación de Ciclistas de Mendoza.
Horacio "Cacho" Lorenzo, que empezó a correr a los 13 años y no paró hasta el día de hoy - cuando tiene 62 años- explica que este es un hobby muy integral, porque además de saber de mecánica, para arreglar los autos a gusto, hay que saber correrlos: "No solo es saber armar los autos porque después viene la parte de manejo, la más divertida".
Sepa más
Para ser un corredor
Quienes quieran sumarse a este hobby pueden hacerlo a través de la página de Facebook Pista Mendoza Slot. Allí uno de los miembros del grupo le indicará al interesado los pasos a seguir.
Un poco de historia mendocina
Según contaron los miembros de Pista Mendoza Slot, los primeros circuitos de competencia surgieron entre las décadas del 60 y 70 del siglo XX. Las pistas eran Grand Prix, Mosca Verde, Cucaracha y Mi Club.
Luego, esos clubes fueron cerrando progresivamente hasta que abrieron pistas en la gomería Gimeno, donde se competía con un mayor nivel. Según cuentan los expertos esto sucedió a finales de la década de los 70.
Luego se fueron alquilando diferentes locales hasta que finalmente y desde hace varios años están en un espacio del club San Martín, donde se realizan competiciones a nivel nacional y a las que suelen asistir unas 100 personas a observar la competencia.
Para