El entrenador argentino Ramón Díaz demostró su fastidio cuando a Paraguay -su equipo- el lateral Dani Alves le marcó el 2-2 para Brasil en el último minuto de juego.
Fastidiado, el "Pelado" literalmente se desplomó en su asiento del banco de suplentes.
"Lo teníamos ahí cerca, íbamos ganando 2-0 y al no cerrar queda un sabor amargo. Es el segundo partido que nos hacen el gol en tiempo adicional. En este tiempo que falta para el próximo combo vamos a corregir algunas cosas", dijo el riojano tras el juego en Asunción.
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