Había sobrevivido a cada crisis, batiendo pacientemente a sus adversarios. Pero tras perder el poder el viernes en una moción de censura, el conservador Mariano Rajoy decidió poner también "punto y final" a 14 años de liderazgo en el español Partido Popular.
"Es lo mejor para el Partido Popular y para mí, y creo que también para España. Lo demás no me importa nada", declaró Rajoy en una reunión con la cúpula de su formación, en la que milita desde hace cerca de 40 años.
Con su temple y su habilísimo manejo de los tiempos, Mariano Rajoy fue en los últimos años el gran superviviente de la política española. Una manera de hacer que sintetizó este martes, reflexionando sobre la reciente disolución de la organización separatista vasca ETA: "se ha demostrado que en ocasiones lo más difícil y lo más útil es no moverse cuando no toca. Quedarse quieto y mantener con rigor la posición en la que crees".
Su suerte se terminó sin embargo cuando a fines del mes pasado la justicia española sentenció que el PP tuvo durante veinte años una contabilidad paralela, y que fue partícipe a título lucrativo de una trama corrupta, conocida como la Gürtel.
La condena precipitó la exitosa moción de censura encabezada por el líder socialista Pedro Sánchez, nuevo presidente del gobierno de España.
Fue la crisis de más para un Rajoy que con su paciencia e impasibilidad había capeado la contestación contra sus políticas de austeridad, los escándalos de su partido y la crisis independentista en Cataluña.
"Nos ha sorprendido a todos", dijo tras el anuncio de este martes el politólogo Antón Losada, autor de una biografía del líder conservador.
Símbolo de su capacidad de sobrevivir a todo, en 2005 se salvó de un accidente en helicóptero con apenas un dedo roto.
Elegido como concejal por primera vez en 1981 en su Galicia natal, Rajoy, de 63 años, "es el único político que lleva toda su vida en esto", asegura Losada.
"Ha ganado elecciones, ha perdido elecciones, ha sido ministro, ha sido líder de la oposición, ha pasado por todo", en comparación a unos rivales que son "novatos"."Ha aprendido a esperar, a aguantar la presión", añade.
Esperó casi ocho años como líder de la oposición para convertirse a fines de 2011 en presidente del gobierno español con mayoría absoluta.
Y tras las elecciones generales de 2015, en las que perdió muchos apoyos por los escándalos de corrupción y la austeridad de su primer mandato, supo aguardar diez meses y unas nuevas elecciones para ser reinvestido en octubre de 2016, una vez sus rivales demostraron su incapacidad de acordar un gobierno alternativo.
Resucitado aunque más débil, otras crisis se interpusieron en su camino, especialmente el fallido intento de secesión en Cataluña el pasado octubre.
Criticado por su inacción ante un conflicto cocido durante años, consiguió salvar la situación a última hora imponiendo su control directo sobre la región, y destituyendo en bloque al ejecutivo independentista de Carles Puigdemont.
Los independentistas conservaron el poder, pero por el momento parecen haber renunciado a una separación unilateral inmediata.
Los cómicos suelen mofarse de sus embrollos dialécticos -"España es una gran nación y los españoles son muy españoles y mucho españoles", dijo en 2015- que contrastan con sus ingeniosas réplicas parlamentarias.
Aficionado al ciclismo y al Real Madrid, así como a las caminatas matutinas, se sabe poco de la vida privada de este hombre casado y con dos hijos.
Nacido en 1955 en Santiago de Compostela, Mariano Rajoy Brey creció en una familia burguesa de provincias y en su juventud fue registrador de la propiedad.
Pero pronto saltó a la política, inscribiéndose en Alianza Popular, fundada por ministros del dictador Francisco Franco y que acabaría convirtiéndose en el PP.
Cinco veces ministro del gobierno de José María Aznar (1996-2004), fue su portavoz cuando tuvo que justificar la desastrosa gestión de la marea negra provocada en Galicia por el buque petrolero "Prestige" en 2002 o la entrada de España en la guerra de Irak en 2003.
Designado a dedo por Aznar como su sucesor, perdió dos elecciones frente al socialista José Luis Rodríguez Zapatero en 2004 y 2008, antes de alcanzar el gobierno en una España atenazada por la crisis.
La austeridad que se cobró la vida política de otros dirigentes europeos lo hizo tambalearse, pero no lo tumbó. "Tienes la piel de elefante", le llegó a decir la canciller alemana Angela Merkel.