En una dura reacción ante la independencia declarada en forma unilateral por Cataluña, el gobierno de España decidió destituir a todas las autoridades catalanas, disolver el Parlamento regional y convocar a elecciones para dentro de dos meses, en lo que se considera un terremoto político lleno de incertidumbre a futuro.
Así lo anunció el jefe de Gobierno de España, Mariano Rajoy, en un mensaje a todo el país, en horas de la noche de la víspera, pero no avanzó aún sobre quién será el interventor ni cómo se implementará la medida.
"Son los pasos para devolver la legitimidad democrática" a la región, y "evitar más daños", enfatizó.
Una característica de la jornada fue la que protagonizaron multitudes, que se reunieron en los dos lugares del epicentro de la crisis: frente al Parlamento catalán y el Palacio de la Moncloa.
Agregó que los independentistas llevaron a Cataluña "a un callejón sin salida".
De esta manera, el presidente catalán, Carles Puidgemont, y los miembros del gobierno de esa región, fueron destituidos por el Consejo de Ministros del gobierno central. Sus cargos serán ocupados ahora por funcionarios nombrados por Madrid, pero nadie sabe cómo será el procedimiento.
"He disuelto el Parlamento catalán, y el próximo 21 de diciembre se celebrarán las elecciones", agregó el jefe del Gobierno.
"Estamos viviendo hoy una jornada triste en la que la sinrazón se ha impuesto a la ley y ha derribado la democracia en Cataluña", sostuvo el presidente.
A su vez, justificó las medidas como un modo de responder al "secuestro inadmisible a la mayoría de los catalanes y el hurto de una parte de su territorio al conjunto de los españoles"
Finalmente, Rajoy insistió en que la intervención en Cataluña mediante el artículo 155 de la Constitución no busca suspender la autonomía de la región sino restaurarla, y anunció por eso la convocatoria a elecciones: "Son las urnas, las de verdad, las que tienen ley, controles y garantías, las que pueden sentar las bases de la convivencia".
Jornada frenética
El mensaje de Rajoy se dio casi al cabo de un día frenético marcado por la aprobación de la resolución independentista en el Parlamento catalán, punto cúlmine del desafío soberanista que mantiene a España en vilo desde hace semanas, y la casi inmediata aprobación de la intervención de la autonomía de la región en el Senado en Madrid.
"Lo que ha sucedido hoy (por ayer) en el Parlamento catalán es la prueba inequívoca de lo necesario que era que el Senado aprobara esta propuesta que le ha hecho el Gobierno", comentó Rajoy en su primera intervención tras el terremoto político en Barcelona.
El jefe del gobierno de España anunció las primeras medidas contra la "escalada de desobediencia" en Cataluña (cuyo Parlamento declaró la independencia) que incluyen el cese de su gobierno, la disolución del Parlamento y elecciones regionales para el 21 de diciembre.
"Éstas son las primeras medidas que ponemos en marcha, para evitar que los hasta ahora responsables de la Generalitat puedan seguir dando pasos en su escalada de desobediencia y de agresión a nuestra Constitución", anunció Rajoy en un mensaje desde el Palacio de la Moncloa.
El hombre fuerte del Partido Popular habló pocas horas después de que el Senado autorizara al Gobierno español la aplicación del artículo 155 de la Constitución, que le extendió poderes extraordinarios para preservar la unidad del país ante del desafío independentista en Cataluña.
Así, el jefe de Gobierno conservador destituyó al presidente catalán, el secesionista Carles Puigdemont, su vicepresidente Oriol Junqueras y el resto de su Ejecutivo, y dijo que los ministerios de Madrid asumirán las competencias de cada conserjería homóloga catalana. Las próximas horas serán muy difíciles y no exentas de fuertes y peligrosas tensiones.
Macri quiere la unidad
El gobierno del presidente argentino Mauricio Macri afirmó en la tarde de ayer que analiza "con preocupación" la declaración de independencia proclamada por el Parlamento catalán y apostó por la continuidad de la "unidad territorial" de España.
Además del mensaje personal del presidente, el Ministerio de Relaciones Exteriores argentino se pronunció sobre la crisis española.
"El Gobierno argentino -sostiene el comunicado N° 428 del Palacio San Martín- continúa analizando con preocupación la delicada situación por la que atraviesa el pueblo español y la declaración de independencia proclamada por el Parlamento de Cataluña, que el Gobierno español ha declarado ilegal.
"Los argentinos renuevan su confianza en la capacidad del Gobierno y de toda la Nación española para, a través del diálogo, restablecer la legalidad y el orden constitucional, garantizando los derechos y libertades de todos sus ciudadanos y la unidad e integridad territorial del Reino de España".