La unión hizo la fuerza. Un paso raudo fue celebrado por el público que llegó hasta la rotonda del Corralón municipal, en el Corredor del Oeste, para presenciar la definición de la sexta etapa de la Vuelta de Mendoza.
Antes de la caída de la bandera a cuadros y del triunfo del brasileño Rafael Andriato del equipo Ribeirao Preto, el grito de “¡fuerza Lobito!” apoyaba la fuga que defendían los mendocinos Gabriel Brizuela, Marcos González y Alejandro Durán... Pero aquel intento de regalar al público una victoria local, quedó neutralizado en el último giro por el circuito godoicruceño.
Determinación no faltó, tampoco el hambre de gloria. Porque después de una caída, el sanrafaelino José Luis Rivera (Municipalidad de Godoy Cruz) ayudado por su equipo pilló el pelotón y se lanzó en un sprint multitudinario.
El segundo lugar conquistado por el “Lucho”, campeón mendocino de ruta 2013/14, tenía sabor a victoria tras la dificultad que debió superar. “David Talavera me acompañó en un tramo, pero tuvo problemas mecánicos y debió seguir solo hasta alcanzar la cola del pelotón y en lo que restaba del último giro acomodarme para la definición”, explicó el velocista que también sumó un lugar en el podio de San Rafael y San Carlos.
La fuga de Marcos González, Alejandro Durán, Enzo Luján y Gabriel Brizuela dio cuentas de un parcial en el cual los locales tomaron las riendas.
Momentos antes, sobre el asfalto, el intento de Marcos González, Alejandro Durán, Enzo Luján y Gabriel Brizuela dio cuentas de una etapa en la cual los mendocinos tomaron las riendas de la carrera. Con altibajos, con sorpresas, con una fuerte dosis de entrega que fue recompensada con aplausos. La carrera vivió un quiebre y no fue en el clasificador ya que el salteño Daniel Díaz (SEP San Juan) sostiene su liderazgo, fue anímico.
La sexta etapa, en la que también se accidentaron los mendocinos Pablo Ciancio y Gustavo López, que recorrió los caminos de Godoy Cruz, Guaymallén y de Maipú, dejó señales de recuperación. En la víspera del ataque a la montaña, cuando se ponga en marcha hoy la etapa reina, los anfitriones -sin mediar sus mallas- quemarán sus naves.
La Vuelta de Mendoza ha dado un paso gigante y sus corredores dieron pruebas de altura e intentan igualarlo. Existe un equipo fuerte, con hombres de nivel internacional, y cuatro candidatos. Los mendocinos dicen a viva voz: “Somos dueños de casa”.
"Era la última chance para ganar una etapa"
El brasileño Rafael Andriato se quedó con la victoria en el sprint. Tras el podio, el ciclista del equipo brasileño Ribeirao Preto confesó: “Ésta era la última oportunidad para salir a disputar el triunfo en una etapa. Soy el único velocista del equipo y por delante aún quedan dos etapas de montaña”.
“A lo largo de la Vuelta se ha corrido en un ritmo veloz y el equipo ha trabajado para levantarme. He regresado a Mendoza después de 13 años, y de 10 años como ciclista profesional en Europa, para competir en esta gran carrera”.
En la montaña, el momento de la definición
Cuando se acerca el final de la Vuelta de Mendoza, los fanáticos del ciclismo hablan de la etapa “Reina”, el majestuoso capítulo de montaña que emplazará su meta a los pies del Cristo Redentor. El penúltimo tramo, de la presente travesía, puede ser definitorio antes de la caída de la bandera a cuadros en el Parque de la Familia en Las Heras.
El ascenso por el ripio hasta el límite con Chile constituye en sí misma una carrera épica, prueba que se pondrá en marcha hoy -a las 9- frente al Las Bóvedas, en Uspallata.
El maipucino Sergio Godoy (Municipalidad de Guaymallén) ganó esta etapa en 2012. A principios de la década del 80’, el Cristo Redentor integró el calendario local de ruta como “Doble”. El primer comprovinciano en lograr nuestro giro, Manuel Cayetano Cortez la ganó en 1981.
