Anabel Fernández Sagasti ganó la interna peronista y atribuyó el triunfo a tres factores: el crecimiento año tras año en las urnas de su sector, la necesidad de renovación y su cercanía con Cristina Fernández de Kirchner, motivos que explicó en diálogo con medios en la jornada de ayer.
Los números indican que elección tras elección los kircheneristas se fueron posicionando en el mapa del PJ local, un mapa que los caciques comunales manejan desde 1995, cuando fueron los artífices de la victoria que puso a Arturo Lafalla en la gobernación.
En las PASO 2015 Guillermo Carmona encabezaba las filas cristinistas y quedó a 131.875 del ganador de la primaria Adolfo Bermejo. En las primarias legislativas de 2017, la brecha se achicó y Juani Jofré quedó a 19.567 sufragios de Omar Félix. Ahora, con el 96% de las mesas escrutadas, Fernández Sagasti está 10.753 votos por encima de Alejandro Bermejo.
La senadora nacional ganó la interna en las intendencias de Ciudad, Godoy Cruz, Luján, Tupungato, Junín, Santa Rosa, Guaymallén, Las Heras y La Paz. En todos, excepto en el último, Cambia Mendoza está al menos 5 puntos arriba del frente PJ. En La Paz es quizá el único departamento en el que tiene posibilidades ciertas de ganar.
Del otro lado del frente Elegí están los intendentes que alcanzaron triunfos holgados en las PASO municipales del 28 de abril y que esperan ganar las generales desdobladas del 1 de septiembre. El domingo, los precandidatos del sector ortodoxo ganaron la interna en Maipú, Malargüe, Alvear Rivadavia y San Carlos.
Aquí el panorama es distinto, porque el PJ le ganó a Cambia Mendoza en los dos primeros, y en Alvear y Rivadavia quedaron a menos de dos puntos. Solo en San Carlos la balanza se inclina a favor de oficialismo.
Si los números son similares en la generales, el sector de los intendentes dominará seis comunas.
Apenas una batalla
El verdadero desafío de Fernández Sagasti será lograr el acuerdo con los hermanos Félix que tienen el control absoluto del sur mendocino. De hecho gracias a su poder territorial - y a poner en la fórmula a su concejal Cristina Da Dalt- alcanzaron un amplio triunfo en el cuarto distrito (San Rafael, Alvear y Malargüe). Según los números del escrutinio provisorio, el peronismo se ubicó 7 puntos arriba del oficialismo.
Aunque las declaraciones puertas afuera son la unidad, el trabajo para alcanzar el trabajo en equipo será arduo si la intención es recuperar la provincia. Es que la relación del sector de Unidad Ciudadana con los hermanos sanrafaelinos no es la mejor y todavía tienen poderío territorial que demostraron el domingo.
El poder del partido
Actualmente, el presidente del PJ local es Guillermo Carmona, el kirchenrista que para estas elecciones se cambió la camiseta a nivel local y se sumó a las filas de los "caciques peronistas".
La vicepresidenta es Florencia Décima. La joven maipucina peleó la interna en 2017 por un lugar en el Concejo Deliberante de Maipú de la mano de Unidad Ciudadana.
El sector K fue el que impulsó a Décima para llegar a la conducción del PJ como vice. Por ahora, no se ha hablado de movimientos dentro de la dirigencia, pero no sería de extrañar que ahora, con la victoria electoral, Fernández Sagasti se ha ganado un espacio más grande en la mesa de negociación y pretendará tener más control del peronismo mendocino.
El perdedor
Jorge Giménez fue el gran perdedor de las internas peronistas y ni siquiera fue al búnker de Alejandro Bermejo. A pesar de que el peronismo de esa comuna ganó la PASO en abril por el 52,9, esa masa de sufragios estaba compuesta por 31,8% del actual intendente y 21,1% de Cristian Etem. El vencedor de Cambia Mendoza no quedó tan lejos con el 27,2%.
El domingo, en el único bastión de los intendentes en que perdió Bermejo fue San Martín, no sólo en la interna frente a Fernández Sagasti, puesto que Cambia Mendoza le sacó 6 puntos al peronismo.
Ahora, los que siguen en disputa son los votos del profesor de Educación Física que desde el radicalismo se ilusionan conque no se trasladen a Giménez.
