El gobierno de Francisco Pérez consiguió ayer la aprobación por dos votos de la ley de Avalúo y por sólo uno de la de Impositiva 2013 (esta última con cambios), a pesar de que la UCR denunció “voracidad fiscal” e “impuestazo” y el PD habló de “saqueo al bolsillo de los mendocinos”. Todo sucedió luego de la abrupta modificación del escenario legislativo que provocó el quiebre del bloque radical y la aparición de la nueva bancada “Leandro Alem” integrada por las diputadas Liliana Vietti y Teresa Maza.
Esta división -un día antes de la votación en una sesión especial- hizo perder la mayoría de 25 legisladores que había conseguido trabajosamente la oposición -entre radicales y demócratas- en la Cámara baja. Y provocó un giro de 180 grados, ya que el oficialismo pasó a manejar una “mayoría negociada” con los bloques más pequeños: el flamante Alem (Vietti y Maza) y los ya existentes Unidad Popular (Patricia Gutiérrez); Peronismo Federal (Daniel Cassia); Nuevo Encuentro (Néstor Piedrafita) y Eje Peronista (Raúl Guerra, Silvia Ramos y Mariela Langa).
Los 25 votos contra 23 que tenía la oposición sobre el oficialismo hasta el miércoles pasaron el viernes a ser 25 a 23 a favor del oficialismo, no seguros pero sí negociados. Estos mismos números son los que se proyectan para el tratamiento del Presupuesto 2013 en la próxima sesión especial de Diputados, entre el jueves y el viernes que viene.
De esta manera se comenzó a esfumar el fantasma que se cernía sobre el Ejecutivo de no alcanzar la aprobación de la “ley de leyes” del año entrante y tener que manejarse con la pauta de gastos de este año repetida en 2013. Igual, la mayoría conseguida no le alcanzará al PJ para aprobar el endeudamiento que solicitó para el año que viene, ya que necesita dos tercios de los votos para ello.
“Estamos dispuestos a llevar la oposición incluso hasta dejar a este gobierno sin Avalúo, Impositiva ni Presupuesto 2013”, admitió un diputado radical antes de la votación. “Estamos preparados para gobernar sin pauta presupuestaria 2013, aunque va a ser un verdadero dolor de huevos”, aseguraron en Hacienda pocos días antes del terremoto político en Diputados por el cambio de bancada de las dos legisladoras. Es que tanto en el Gobierno como en el principal partido de oposición se contemplaba la posibilidad de tener que “repetir” la pauta de gastos del año anterior por falta de aprobación legislativa de la del año entrante.
Todo esto parece diluirse ahora a favor del Ejecutivo, aunque se esperan intensas negociaciones entre el oficialismo y el bloque Alem, convertido de la noche a la mañana en la clave de lo que se terminará aprobando en Diputados.
Estas negociaciones existieron ayer en los largos cuartos intermedio de la sesión sobre la ley Impositiva. Para ello, cuatro funcionarios centrales del Ministerio de Hacienda se instalaron en la sala contigua a la presidencia de la Cámara desde el mediodía y hasta la noche. El secretario de Hacienda, Juan Gantuz, los directores de Catastro, Gustavo Cruz; de Rentas, Claudio Gil, y de Fiscalización, Martín Zirulnik, cruzaron largas conversaciones con los representantes de los minibloques, especialmente con la iglesista Vietti.
El oficialismo accedió a todas las propuestas de la legisladora radical con tal de conseguir “el voto decisorio del bloque Alem”. Fue así que el proyecto oficial eliminó el artículo 94 que otorgaba a Rentas facultades para modificar alícuotas (en más o en menos) a lo largo del año. Tampoco pudo aprobar la suba impositiva a los cigarrillos (Vietti y Gutiérrez votaron en contra). Se modificaron los montos mínimos de Ingresos Brutos a los sectores informales de la economía, subiéndolos a cabaret, saunas y casas de masajes (en contra de la trata de personas) y bajándolos a los salones de fiesta, locales bailables y boliches.
También hubo una rebaja de 50% en los montos mínimos que preveía el proyecto del Ejecutivo para playas de estacionamiento, taxis, remises, hoteles, locales de expendio de comidas, industrias cervecera, de aguas minerales y de impresión gráfica. Para compensar estas bajas crecieron las subas en casinos, explotación de minas y actividad petrolífera. Todo esto debe ser avalado ahora por el Senado.
“Trabajamos en disminuir la presión fiscal sin desfinanciar al Estado”, dijo Vietti.
“Nos manifestamos en total oposición al aumento sostenido de la presión tributaria como política fiscal”, disparó el demócrata Aníbal Ríos, defendiendo un despacho alternativo que propuso un regreso gradual en cuatro años a la tasa cero en Ingresos Brutos para algunas actividades. Por su parte los radicales Roberto Infante, Alejandro Limas y Daniel Dimartino defendieron su proyecto alternativo de “rebalanceo impositivo”, cuestionaron “el remate de alícuotas” entre el oficialismo y el bloque Alem, y lamentaron una aprobación “que traerá pérdida de competitividad y de empleo”.