Racing Club hizo pesar la diferencia de categoría en el resultado más que en el juego, pero esa superioridad jerárquica le sirvió para vencer por 4 a 2 a Atlanta en definición por tiros penales, luego de igualar 1 a 1 en los 90’ del partido que le permitió así clasificarse a los cuartos de final de la Copa Argentina. De esta manera la Acadé se las verá con San Lorenzo, en lo que será el partido más atrayente de esta edición.
No se sacaron ventajas en el desarrollo, ya que Atlanta no salió a ver qué pasaba, sino que atacó y obligó a Saja a revolcarse un par de veces, sobre todo con jugadas de pelota parada. Racing cometió el error de intentar penetrar por el medio y por allí encontró los caminos cerrados. Y cuando sobre el epílogo de la etapa Acuña vio con justicia la roja, la segunda parte quedó abierta para que Atlanta fuera por más.
in embargo el conjunto de Villa Crespo se vio maniatado psicológicamente para pegar de entrada y su rival le tiró la chapa encima para ponerse en ventaja con una buena media vuelta de Pavon. Para colmo de males para el Bohemio, al ratito Cortizo vio la segunda amarilla y todo parecía encaminado para que Racing asegurara o, inclusive, aumentara la diferencia. Pero el equipo de Cocca careció de ideas y en una contra aislada llegó un penal para Atlanta que Galeano ejecutó con maestría.
A partir de allí Atlanta jugó con los nervios y la desesperación de Racing, que se nubló a la hora de pisar el área rival, pero no hubo precisión y todo se definió desde los doce pasos. Atlanta, que fue subcampeón de Boca en la primera edición completa de Copa Argentina en 1969, no tuvo la eficacia necesaria y la Academia, con la jerarquía de hombres de peso como Saja y Pavone, sentenció la historia a favor para meterse en cuartos.
