Luego de la dolorosa derrota sufrida en Rosario ante Newell's, Racing recibió a Sarmiento de Junín con la obligación de ganar para no perderle pisada al puntero del campeonato. Sobre todo después de los triunfos protagonizados por Boca, San Lorenzo, Belgrano y River.
Más allá de la necesidad de la “Academia”, el que tomó las iniciativas del pleito fue la visita. A través de los remates de media distancia de Maximiliano Fornari, el “Verde” exigió a Sebastián Saja. La respuesta albiceleste no tardó en llegar: las amenazas de Gustavo Bou y Diego Milito se concretaron cuando el capitán se le anticipó a César Rigamonti poniéndole el pecho a la situación para el delirio del “Cilindro”. Desde el vestuario, los de Diego Cocca impusieron su jerarquía.
Sin embargo, cuando los dueños de casa gozaron de la ventaja empezaron a mermar su intensidad en el ataque. Las proyecciones de Iván Pillud ya no eran tan constantes y la creación del circuito ofensivo a cargo de Luciano Aued y Washington Camacho no tenía tanta efectividad. A partir de ello, la visita basó su juego en la individualidad de Gervasio Núñez.
Tuvo que llegar una pelota parada para que Racing vuelva a celebrar. El tiro de esquina ejecutado por el “Luli” encontró a Luciano Lollo, quien habilitó al uruguayo para que vuele hacia el 2 a 0. En una especie de "palomita", el oriental buscó el palo más lejano y estiró la diferencia.
El ingreso de Ricardo Noir por Francisco Cerro se estableció por lo que ocurrirá en el futuro. Como Ezequiel Videla está lesionado y Nelson Acevedo no podrá estar frente a Quilmes por acumulación de amarillas, el entrenador optó por preservar al volante central. Al descompensar el mediocampo, la visita volvió a buscar el descuento. El gol de Tobías Figueroa en el cierre aportó una cuota de suspenso al desenlace, aunque el sufrimiento fue escaso, por el tiempo que quedaba por jugarse.