Racing tuvo su fiesta en el Cilindro ante Independiente. En el clásico de Avellaneda, el equipo de Ricardo Zielinski se acercó a la cima del torneo con una goleada por 3 a 0 ante el conjunto de Gabriel Milito gracias a dos goles de Lisandro López -uno de penal- y otro de Gustavo Bou.
Licha metió un buen tanto a los 23 después de que un defensor visitante se la bajó equivocadamente tras la salida del arco de Orion. Licha se sacó de encima a su marca con un enganche y sacó un disparo rápido que dejó sin chances a Campaña.
Antes de la apertura del marcador, el arquero de Independiente ya había tapado un remate de Bou de pelota parada.
Racing justificó el triunfo en los primeros 45', ya que contó con las mejores opciones y dominó el juego en el que se impuso en todas las líneas a su rival.
¿Y el Rojo? Muy poco, sólo una clara: sobre el final Orion le tapó un cabezazo a Germán Denis.
En la segunda mitad, Racing salió a presionar. Y así fue que provocó una pérdida de Ortiz que luego Bou convirtió en gol luego de enganchar y definir en el área.
Lejos de reaccionar, un Independiente sin ideas siguió sufriendo el asedio. López consiguió un penal por una supuesta falta de Tagliafico. El propio goleador convirtió el 3-0 y desató la fiesta en el Cilindro.
Fue pura impotencia Independiente en los minutos siguientes. Le costaba encontrar la pelota a los de Milito. Y mucho más encontrar juego. Las tribunas del Cilindro, mientras tanto, enloquecían. Desde allí sonaban innumerables cantos por una victoria ante el clásico rival que, además, deja a Racing a cinco unidades del líder Estudiantes.
Un mensaje conjunto contra la violencia
Racing e Independiente relanzaron anoche en el Cilindro, la marca conjunta que habían presentado el año pasado, denominada #AvellanedaCapitalDelFútbol. Por ello, los equipos lucieron el emblema de la marca en sus respectivas camisetas por primera vez en la historia.
Además impulsaron la consigna #SomosRivalesNoEnemigos, que se vio reflejada en la foto de ambos equipos y busca transmitir un mensaje anti violencia. El mensaje se difundió a través de niños y niñas, que vistieron remeras alusivas cuando entraron al campo de juego en la previa del partido.
El emblema de ‘Avellaneda, Capital del Fútbol’ muestra una pelota dividida en dos mitades que simbolizan al Cielo y el Infierno, el blanquiceleste y el rojo, los colores que identifican a los dos clubes más importantes de la provincia de Buenos Aires. La iniciativa, apunta a darle un valor agregado a uno de los espectáculos que mayor pasión despierta.