Si bien el objetivo del gobierno nacional fue mitigar los malos resultados de las economías regionales y mejorar la competitividad del sector exportador, entre los diferentes sectores dudan de que este beneficio se derrame en los precios pagados al productor.
Es que aun con una dinamización en los principales sectores exportadores no se sabe si alcanzará para mejorar las perspectivas del primer eslabón de la cadena.
Datos de la Fundación Ideal indican que la quita a las exportaciones permitirá asegurar un flujo anual de 75 millones de dólares en concepto de retenciones que se dejarán de tributar.
“Los 10 principales productos exportados por Mendoza (que explican 2/3 de las exportaciones totales) son: vino (U$S 660 millones), ajos (U$S 110 millones), mosto (U$S 99 millones), naftas (U$S 63 millones), peras frescas (U$S 56 millones), aceitunas conservadas (U$S 47 millones), ciruelas secas (U$S 31 millones), duraznos en agua edulcorada (U$S 22 millones) y manzanas frescas (U$S 20 millones).
Todos estos productos tributaban una retención del 5% sobre el valor exportado, con sólo 3 excepciones: en los ajos frescos y las ciruelas secas sin carozo la retención era del 2,5% y para las naftas llegaba al 1%”, estima el reporte.
Por lo que los exportadores más beneficiados son los que venden vino (varietal fraccionado y a granel), ya que evitarán pagos por aproximadamente 33,6 millones de dólares anuales. Le siguen los exportadores de mosto concentrado, con un ahorro de 5 millones de dólares anuales.
En tercer lugar se encuentran los exportadores de peras, ajos, y aceitunas, con ahorros que van entre los 2 y 3 millones de dólares según el producto. Finalmente se encuentran los duraznos en conserva, las manzanas y las ciruelas con ahorros cercanos al millón de dólares por producto.
Beneficio en duda
La crisis de los sectores agroindustriales es cada vez más grave. Con productores que han recibido un valor mínimo por su cosecha y sin posibilidades de invertir durante la nueva temporada, se esperaba que el beneficio de la quita de retenciones y la devaluación del tipo de cambio traccionara hacia arriba los valores para ese eslabón. No obstante, las entidades no esperan cambios bruscos durante el próximo período, al menos en lo que a precio se refiere.
Para Sergio Villanueva, gerente de la Unión Vitivinícola Argentina (UVA), la normalización del comercio exterior y la unificación del tipo de cambio favorecen las perspectivas del sector exportador vitivinícola.
“Es necesario, para evaluar el efectivo impacto en la competitividad del sector, ver cómo se comportan los costos con el nuevo tipo de cambio, desde los insumos hasta los salarios. Esto nos dará el verdadero impacto. En lo concerniente al precio del vino, si bien en el mediano plazo los bienes transables en el exterior tienen mejor perspectiva en volumen y en rentabilidad, también es cierto que, dado que el actual sobre stock determina el nivel de precios actuales, la situación puede empeorar tanto para el productor como para el tenedor de vinos, dado que van a tener que asumir mayores costos de tarifas y salarios, que son el setenta por ciento del costo, y otros insumos, con el mismo precio”, señaló Villanueva.
Todos los consultados estimaron que contener la inflación es un factor clave para lograr alguna mejora en el sector primario. Pero no es la única medida necesaria, en un documento publicado por la Asociación de Cooperativas Vitivinícolas Argentinas (Acovi), también se solicita al gobierno que aumente los reintegros, compense los mayores fletes internos, genere un régimen de promoción de empleo y promoción del crédito.
Al tiempo que para la vitivinicultura solicitaron eliminar sobrestock, crédito de cosecha, mejorar la Lucha Antigranizo y actualizar el Acuerdo Mendoza-San Juan
Omar Carrasco, de la Unión Frutihortícola, estimó que “entendemos que esto nos puede beneficiar si se exporta, si se saca stock del mercado interno y mercados con demanda firme podrían aumentar los precios de comercialización en Argentina, pero tendremos que ver”.
Para Carrasco, “ha cambiado el humor social y la gente está esperanzada en que el precio de sus productos aumente. Pero hay que tener en cuenta que el precio de la producción local está por el piso. Por ejemplo, este año se ha exportado muy poca cereza, por lo que toda la mercadería recayó en el mercado local, y eso no es bueno”.
El informe de Ideal sostiene que es importante consolidar esta mejora competitiva con una reducción de los niveles inflacionarios. Este aspecto dependerá de cómo se articule el nuevo equilibrio cambiario con las expectativas, y las políticas fiscal y monetaria. Los próximos 3 o 4 meses resultarán claves para advertir la trayectoria que imperan en el resto de las variables de la economía.
En este sentido, Carlos Achetoni, referente en Cuyo de la Federación Agraria Argentina, sostuvo que “la quita de retenciones es una cuestión positiva. Ahora lo que nos queda por evaluar es si esta mejora terminará derramando al productor. Si la mejora queda en la cadena y no llega al productor ese va ser un problema para el gobierno”.
Agregó: “Hay que tener en cuenta que los insumos para la finca que están en dólares han aumentado. En el caso del damasco porque hay pocos ha aumentado el precio, pero no sabemos si esto va a mejorar para el resto de las producciones”.
Desde el Valle de Uco, el dirigente de Sociedad Rural, Mario Leiva, también se mostró con dudas sobre si las mejoras terminarán llegando al productor. En este sentido, Leiva destacó que “la devaluación ya estaba en vigencia, todos nuestros costos estaban en un dólar de $ 14 a $ 15 pesos, se blanqueó la situación con este ajuste cambiario. Ahora existe una mejora en la competitividad de los exportadores”.
Leiva admitió que no es la única herramienta que se necesita para mejorar la economía y dijo: “Esta no es la única medida que estamos esperando.
Tenemos que ver el tema de los costos y también hay que conseguir tecnología para los diferentes sectores. Además hay una tendencia importante hacia la concentración que hay que frenarla con la intervención del Estado, lo que debería ayudar a mejorar los precios”.
Desde la específica de Agricultura de la Cámara de Comercio, Industria y Agropecuaria de San Rafael, Claudio Manrique afirmó que “creemos que la quita de las retenciones ayuda, el impacto no sabemos cuándo lo vamos a ver en el sector primario. Sin duda que algo va a derramar, el tema es cuándo y de cuánto será el derrame”.
Manrique destacó que hay insumos que aumentaron 30% de un día para otro, “los fertilizantes aumentaron, las semillas para verdeo también. Es decir antes ibas a preguntar y te multiplicaban el precio en dólares a 9,90 y ahora lo hacen a la nueva cotización del dólar”.
Cae la producción de ciruela y durazno para consumo
Para esta temporada desde el Instituto de Desarrollo Rural aseguraron que se trata de una cosecha frutícola de 513.067 toneladas. De ese total el 31,2% corresponde a durazno de industria, el 15,9% durazno para consumo, 24,7% a ciruela de industria, 3,8% ciruela para consumo, 12,1% pera, 10,4% manzana, 1,6% damasco y 0,4% cereza.
Para durazno de industria se estimó una cosecha de 159.991 toneladas, de las cuales el 68% se ubica en el Valle de Uco, el sur con 21%, el Este con 7% y oasis Norte con 3%. En tanto, el durazno para consumo suma 81.460 toneladas, concentradas el 43% en el Valle de Uco, Sur 26% Este 19% y norte 7%.
“Tenemos una cosecha relativamente buena en cuanto a la calidad y a los volúmenes es acotada, por lo tanto vamos a tener buenos pronósticos para los precios. Esto se debe a factores climáticos y también a la problemática del productor, que no ha podido atender las plantas por la falta de rentabilidad, por lo que también han bajado los rindes”, señaló Alfredo Aciar, subsecretario de Agricultura y Ganadería.
El desagregado del informe indica que la producción de durazno industria aumentó el 15% pasando de 139.212 a 159.997 toneladas. De ese total el 68% se ubica en el Valle de Uco, el 21% en el Oasis Sur, en la Zona Este el 2% y en el Oasis Norte el 1%.
Por su parte el durazno para consumo en fresco tuvo una variación de 87.669 toneladas en la temporada pasada a 81.640 en la temporada en curso, es decir, la diferencia fue del 7%.
En cuanto a la ciruela industria, la producción disminuyó un 2%, alcanzando las 126.708 toneladas. De la producción total el 83% procede del Oasis Sur, 12% del Este, 3% del Norte y el 2% en Valle de Uco. La ciruela para consumo en fresco, según el informe, alcanza las 19.390 toneladas, distribuidas 37% en Oasis Norte, 39% en el Este y 12% tanto en Valle de Uco como en el sur provincial.
Sobre el Sistema de Mitigación de Riesgo y puesta en marcha de las nuevos requerimientos para ingresar fruta de pepita a Brasil, el subsecretario de Agricultura sostuvo: “El sector privado asegura que el protocolo es imposible de cumplir. Por lo que estamos trabajando con el Iscamen y las asociaciones con el objetivo de redactar una nueva propuesta de protocolo para pera y manzana y con ello ponerlo a consideración del Senasa”, dijo Aciar.
Una de las principales falencias que tiene el sector frutícola en Mendoza es que no se cuenta con el dato exacto de cuánta fruta entra en los galpones de empaque o industria; por lo tanto, son las entidades privadas las que realizan sus propios cálculos. En este sentido Aciar, aseguró que pondrán en marcha, junto con la dirección de Industria, un plan que permita tener un número certero sobre la cosecha, al igual que lo realiza el INV.
“Vamos a trabajar con Industrias para tener datos respecto de los stocks frutícolas y de todo lo que entró fehacientemente a los empaques. Aunque no creo que sea en el corto plazo ya que para eso se deben reasignar recursos”, concluyó Aciar.
