Una joven de 26 años murió electrocutada luego de que se le cayera su celular en la bañera porque quería tomarse una selfie. Se trata del cuarto caso similar en escasos meses.
Evgenia Shulyatyeva vivía en Kirovo-Chepetsk, Rusia, y se estaba relajando en un baño de inmersión sin saber que un pequeño accidente iba a costarle la vida. La primera en sospechar que algo andaba mal fue su madre, Vera. Entró al baño y se encontró con la chica muerta.
El caso, que se encuentra a cargo del Comité de Investigación ruso, es el último de una larga lista de muertes ocurridas en circunstancias similares en Rusia. Entre las últimas víctimas se encuentran Irina Rybnikova, una adolescente de 15 años de Bratsk, que era campeona en pankration, una antigua forma griega de boxeo.
Yury Agrafonov, jefe del departamento de radioelectrónica de la Universidad Estatal de Irkutsk, dijo: "El agua es un buen conductor. Es por eso que hubo un cortocircuito cuando el teléfono cayó al agua".
Otra mujer, Liliya Novikova, de 26 años, que fue considerada la "jugadora de póker más bella de Rusia", también fue hallada muerta por una sospecha de una descarga eléctrica masiva en su baño en junio pasado.
Un cuarto caso tuvo lugar en Francia. El 13 de noviembre pasado, una joven de 17 años murió electrocutada.
Ella había decidido tomarse un baño en su casa, ubicada en la ciudad portuaria de Outreau. Enchufado a la pared estaba su smartphone, pero el cargador tenía un cable defectuoso, lo que la expuso, inevitablemente, a un peligro letal.