Quinta Sinfonía del Lobo

El Lobo jugó un segundo tiempo de alto nivel y configuró una goleada que lo dejó escolta en la Zona Cuyo. Amieva, López y Palacios Alvarenga

Quinta Sinfonía del Lobo
Quinta Sinfonía del Lobo

Suena afinado este Lobo de Marcelo Fuentes. Puede tener algunos desaciertos en sus primeros movimientos e incluso en movimientos lentos, pero cuando pasa a la otra etapa, la del movimiento rápido, gusta su sonido por la composición y los instrumentos que la interpretan.

Si surgen inconvenientes como los que se registraron ayer, durante el primer tiempo, el DT es capaz de dar marcha atrás en su ideal principal para cambiar el tempo del equipo. Ayer sucedió durante esos primeros 45 minutos, donde Gimnasia corrió casi toda la etapa detrás del balón, frente a un Unión Aconquija que salió a jugar con mucha paciencia y dando buen destino al primer pase que salía desde la zona media.

El Lobo quedaba desarmado frente a la circulación de balón de su rival y a espaldas de los laterales, sobre todo sobre la izquierda, había espacios que la visita parecía decidida a explotar.

Tampoco había utilidad en el destino elegido a la hora de jugar el balón. Falló mucho y mal el Mensana cuando intentó progresar en ofensiva. La imprecisión y el apuro con que jugó le provocaron un dolor de cabeza a los que debían tener claridad para el último pase.

Si hasta sufrió apenas iniciado el encuentro cuando Marcos Aciar sacudió el travesaño con un remate lejano.  Juan Martín Amieva tuvo la primera acción para los mendocinos en un mano a mano donde durmió una siesta interminable y Maximiliano Tosi, llegando desde atrás, le robó el balón.

Fue el momento más emotivo de toda la etapa. O casi. Porque sobre los 44’, cuando los hinchas comenzaban a impacientarse frente a las pocas respuestas que daba el Blanquinegro, apareció Amieva para meterle la cabeza a un centro de Aguirre y “a otra cosa mariposa”. Cierre ideal para una etapa que le había sido completamente desfavorable .

La ventaja lo dejaba cómodo para salir a jugar el complemento, donde Fuentes iba a permitir el destaque de algunos de sus principales “instrumentos”.

Con los ingresos de David Garay y Neri Espinosa (los hinchas celebraron a ambos), Cucchi volvió a jugar en su función natural de extremo izquierdo y demolió a la defensa catarmarqueña a pura gambeta. De sus pies surgieron los mejores momentos del local, que se paró unos metros más adelante, ya no dejó tan libres a los receptores y se hizo amo del escenario.

De centros del Pato llegaron los goles de cabeza de Pablo Palacios Alvarenga y Diego López. A esa altura, los visitantes habían perdido la soltura del comienzo y sufrían frente al buen control de balón que ofrecían Leando Becerra y Garay en la zona media.

Quedaba tiempo para que el paraguayo aprovechara un grosero error del arquero Matías Villalba (le entregó la pelota en su afán por salir jugando) y ampliara aún más las diferencias. El hat-trick para el "9" llegaría desde una nueva corrida de Cucchi y cesión para la llegada del goleador con el arco a su disposición. A esa altura, no quedaban dudas de la enorme capacidad que tiene el DT para corregir sobre la marcha las imperfecciones que puede mostrar un equipo todavía en formación.

La goleada magnificó el enorme poderío ofensivo del Lobo, que vuelve a sonar como una orquesta donde todos los instrumentos parecen estar afinados.

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