Muhammad Ali y sus allegados redactaron hace años un libro próximo a aparecer en el que ex campeón mundial de los pesos pesado, entre otras cuestiones, ordenó cómo debía desarrollarse su funeral en Louisville, su ciudad natal.
"Está bien. Estamos aquí para hacer el trabajo del modo en que yo quiero que se haga'', dijo Ali en ese momento.
Timothy Gianotti, experto en estudios islámicos, ayudó a planificar las ceremonias y declaró: "El mensaje que enviaremos no es nuestro. Esto fue diseñado realmente por el propio campeón''.
"El amor, el respeto y el carácter incluyente que vamos a experimentar durante los próximos días constituyen en realidad una reflexión sobre su mensaje a toda la gente del planeta Tierra'', agregó. El pedido de Ali fue la inclusión de personas de todos los sectores sociales y creencias religiosas.
Habrá una procesión de varios kilómetros, en la que se pasará el cadáver por el barrio de Ali en Louisville, y el museo construido en honor del boxeador.
El velatorio será en el KFC Yum! Center, donde el ex presidente Bill Clinton dará un discurso. Además, hablarán personas de diferentes religiones. Alli habrá lugar para 15.000 personas: las entradas se repartieron en forma gratuita entre las personas que hicieron fila para conseguir un ticket.
Los fans hacen cola para acceder a las entradas.
