En el entorno, en la previa y por todos los rincones se rumoreaba de lo que viene. A todo el mundo le interesaba qué será de la vida de fulano o mengano y si la dirigencia iba tener la capacidad económica para retener la base de este plantel que completó la mejor campaña de la Lepra en la máxima categoría del ascenso nacional. Y que todo este sea el escenario planteado previo al encuentro ante Brown de Adrogué es responsabilidad absoluta de este plantel. No hay otro culpable. Estos jugadores hicieron olvidar al hincha de la Lepra de la permanencia casi dos fechas antes de la finalización del torneo, cuando muchos lo daban por muerto y enterrado.
Nadie podía imaginar, ni el más entusiasta simpatizante del Azul, que este equipo iba a resolver la permanencia hasta con holgura. El más realista de los hinchas se ilusionaba justamente con llegar a Adrogué con alguna chance de quedarse. Y por esta razón, los únicos responsables de la tranquilidad con la que se arribó a la fecha 46 son ellos: los jugadores. El esfuerzo que hicieron fue inconmensurable. Único e inigualable.
Se jugó con la cabeza en el 2018 y por eso no se pateó al arco. Se levantó el pie del acelerador y se puede entender el tomarse esta licencia. Independiente Rivadavia jugó toda la temporada con la cabeza a pleno, con las pulsaciones a mil, y recién en el tramo final, con una seguidilla de victorias tremendas, logró salir de la zona roja. Toda la competencia estuvo en el fondo de los promedios. Había que tener cabeza, había que mostrar moral.
Y coraje, por sobre todas las cosas. Este plantel lo demostró con creces. La empresa no era sencilla y sólo podían llevarla adelante hombres. Y de eso se recibieron todos y cada uno de ellos. Admirable.
El partido es una anécdota casi irrelevante. Se perdió porque no se pateó al arco, porque este equipo sólo puede rendir jugando a máxima intensidad y porque Alfredo Berti tuvo que emparchar su once por todos lados. Muy lejos de su ideal y sin sus dos máximos artilleros. En la previa daba muchos ventajas y no pudo maquillar ni una sola de ellas ante Brown de Adrogué que es una maquinita. No deslumbra a nadie, pero al Tricolor de Vicó no lo quiere tener enfrente nadie. ¡Menos mal que la Lepra llegó a Adrogué con la categoría salvada!
Amarga última estación pero el viaje fue placentero. Se jugó a muy buen nivel por muchos momentos; el Azul está cuarto y allí no se llega por casualidad en el epílgo del torneo. A ponerse de pie, sacarse el sobrero y hacerle reverencia a este obra maestra. Indpendiente se hizo gigante en la categoría. Aplausos.
¿Cuándo se reúnen con el "loco"?
Desde la dirigencia de Independiente Rivadavia aseguraban que el próximo martes, se juntan con el cuerpo técnico. Sin embargo finalizado el partido, el mismo Alfredo Berti aseguró que se va unos días de vacaciones y que no hablará con nadie hasta terminado su período de descanso.
¿Entonces? El director técnico, a su vez, negó haber tenido contacto con Argentinos Juniors, desde donde surgieron rumores de haber interés por hacerse de los servicios del Loco. Resuelta la continuidad o no del entrenador que logró el “milagro” de salvar la categoría cuando la Lepra tenía destino de Torneo Feeral “A”, se comenzará a delinear el plantel para la próxima temporada. El Azul sueña en grande.