Quieren prohibir las grasas trans para evitar enfermedades

Las autoridades sanitarias de EEUU salieron a anunciar que quieren prohibir las grasas trans presentes en infinidad de alimentos procesados y que son tan dañinas para la salud, sobre todo para el corazón. Así se abrió el debate y se verá cuándo la industria alimenticia está preparada para reemplazar estas grasas.

En el tema Argentina va mucho más adelante. El debate ocurrió hace tres años, se lanzó una campaña y en diciembre de 2014 ya no se podrá comercializar ningún producto con estas grasas.

Las trans están en amasados de pastelería, galletitas, alfajores, golosinas y chocolates. Se generan con la hidrogenación de aceites vegetales líquidos para formar grasas semisólidas que se usan en margarinas, aceites para cocinar y muchos alimentos procesados.
 
Se usan porque son más baratas de producir y tienen un tiempo de conservación prolongado. Pero una ingesta de 5 gramos de estas grasas es suficiente para aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares en un 25%.

"Es un paso importante para proteger a un mayor número de estadounidenses de los peligros potenciales de las grasas trans", dijo la directora de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de EEUU, Margaret Hamburg. "Una mayor reducción de la cantidad de grasas trans en la dieta de los estadounidenses podría prevenir unos 20.000 ataques al corazón y 7.000 muertes adicionales por enfermedades cardíacas al año", agregó.

En Argentina también está medido el impacto. El director de Promoción y Control de Enfermedades No Transmisibles del Ministerio de Salud, Sebastián Laspiur, explicó que desde que estén prohibidas las grasas trans en el país, hasta 2020 se estima que se van a evitar en forma acumulada 10.300 infartos, 200 ACV y 4.600 muertes cardiovasculares. Estas grasas también aumentan el riesgo de prevalencia de diabetes.

"Las grasas trans están en golosinas, panes, budines, tortas, chocolates... Es aceite líquido hidrogenado al que volvieron sólido. Esto abarata muchísimo la materia grasa, pero su efecto en el cuerpo es peor que el de la grasa saturada de la manteca y la crema", explica Mónica Katz, de la Sociedad Argentina de Nutrición.

"Lo bueno -agrega- es que Argentina va al frente, incluso de Europa y los Estados Unidos, y el año que viene el país estará libre de grasas trans".

En EEUU, la FDA abrió un período de debate público de 60 días para obtener más información y determinar el tiempo que el sector agroalimentario necesita para dar cumplimiento de esta nueva normativa. "Nosotros ya lo regulamos –dice Laspiur–. El 70% de la industria ya hizo el reemplazo. El resto lo está haciendo y en un año será el punto final".