Los puestos de frutas y verduras ubicados sobre avenida Las Tipas y Talcahuano en Godoy Cruz están casi identificados con el paisaje. Funcionan desde hace décadas y uno de ellos, el segundo si se viene desde San Francisco de Asís, brinda un servicio pocas veces visto con atención permanente, las 24 horas todos los días, fundamental para una "emergencia".
Sin embargo, tienen un conflicto con el municipio, que les ha pedido que cierren sus puertas, algo a lo que se niegan rotundamente.
La comuna aduce que están ubicados sobre la vía pública, es decir por delante de la línea municipal y que ocasionan complicaciones en el tránsito ya que los compradores estacionan allí sus vehículos, cuando en realidad está prohibido hacerlo en corredores y avenidas.
Reconoce que están instalados desde hace mucho tiempo, "pero la Municipalidad desde el comienzo de la gestión ha ido en contra de la venta callejera (...) tratamos de evitar la venta ambulante y ya casi no existe en el departamento, con la intención de favorecer al vendedor que paga sus tasas e impuestos", señaló Humberto Mingorance, secretario de Gobierno de la comuna. Además "todos los permisos que tenían han caducado", subrayó.
Esto es algo que acepta Oscar Celedón, propietario del puesto más activo y quien está dando más batalla a las intenciones oficiales. El puesto tiene alrededor de 25 años pero él se hizo cargo hace diez, cuando se lo alquiló a la dueña. Explicó que hace un año vencieron los permisos y que cuando quiso renovarlos a su nombre, no se lo permitieron.
Desde entonces le solicitan que abandone el lugar, le envían inspectores para pedirle los permisos que se sabe ya no tiene e incluso su hijo asegura que han llegado a cortarles la luz, ocasionándole pérdidas en la mercadería que requiere refrigeración para su conservación.
Para Mingorance la obligación del Estado es regular, por lo que "deberá buscar un lugar para alquilar, como hacen otros comerciantes".
Ingreso familiar
Celedón relata que doce familias viven gracias a este puesto, además de la suya, y que en verano, cuando es temporada alta, incluso da trabajo a jóvenes que realizan ventas en las esquinas.
Varios se desempeñan allí de manera permanente, quienes aseguran estar sumamente agradecidos por el apoyo de Oscar dado que tienen antecedentes judiciales y por lo tanto no les resulta fácil conseguir trabajo.
Juan Ferrer (19) es uno de ellos. Contó que hace un año trabaja en el lugar y ya no anda "en cosas raras". Es cómodo para él trabajar allí porque vive enfrente y gracias a lo que gana en el puesto logró comprarse una moto en cuotas que aún debe terminar de pagar.
Otros colaboradores están en la misma situación, por eso el propietario sostiene que necesita quedarse al menos un año más para que tanto él como sus asistentes cancelen las deudas adquiridas.
Alejandro Manrique (58) trabaja allí hace 7 años, tiene una dificultad auditiva y sostiene que si cierra el puesto no cree que pueda conseguir otro trabajo. Contó que ellos mismos limpian las acequias, barren la calle todos los días y mantienen la higiene en los alrededores.
Los proveedores aseguran que es un negocio que trabaja mucho y paga todos los días servicios y mercadería. Los compradores se suceden, no sólo se trata de gente de la zona sino que por ser un lugar de paso que conecta con el Corredor del Oeste, llegan muchos ocasionales.
Uno de los vecinos se mostró indignado: "Compro aquí porque tienen mercadería de buena calidad y a buen precio. No puede ser que destruyan sin más 10 puestos de trabajo, a la gente que se esfuerza le quitan su fuente de subsistencia y a los otros les resuelven los problemas", dijo Franky Martínez.
También Adriana, otra vecina, dijo que sería un problema si cerraran ya que allí pueden ir a comprar "a cualquier hora" y no hay otras verdulerías cerca.
El dueño dijo que en algún momento la comuna le había ofrecido instalarlo en otro lugar pero no cumplieron, mientras que el funcionario municipal consultado negó que tal cosa fuera posible.
El primer puesto, cercano al zanjón Frías, no tiene tanto movimiento comercial, de hecho ayer estaba cerrado, pero está instalado hace también muchos años y brinda ingresos a una familia. El propietario del minimarket ubicado enfrente, Juan Chandía, dijo que no tiene problemas con los dueños sino que, al contrario, se benefician mutuamente ya que atraen clientes.
Los rumores sobre las motivaciones del pedido abundan en los alrededores, entre ellos la posibilidad de un emprendimiento inmobiliario. Celedón en tanto comentó que dado que su feria está al lado de un parque temático "parece que da mala imagen".
El funcionario negó que vaya a realizarse una edificación ya que está prohibido por tratarse de un espacio verde. Pero aceptó que el parque cerrado se está poniendo a punto luego de que fuera arruinado por vandalismo. Se está desmalezando y arreglando sus baños. Se llamará "Parque de los Niños" y la intención es brindar un espacio seguro a los pequeños donde puedan realizarse actividades recreativas.
Así las cosas, Mingorance dijo que luego de pedir varias postergaciones, Celedón firmó el compromiso de retirarse el 31 de marzo, lo que piensan hacer valer. En tanto, el afectado ya dispuso abogados para iniciar acciones legales.