De a poco, el mercado comienza a ilusionarse con la posibilidad de que el Gobierno alcance un acuerdo con los acreedores para reestructurar la deuda. O al menos ayer le asignaron un mayor grado de probabilidad que hasta hace unos días atrás. A pesar de la escasa adhesión a la propuesta inicial de canje de deuda y al hecho de que la negociación será a contrarreloj, los precios de los bonos volvieron a subir con fuerza. ¿Motivos? La expectativa de que el ministro de Economía, Martín Guzmán, mejorará su oferta y las condiciones legales para así evitar un nuevo default.
Los bonos soberanos en dólares se dispararon hasta 9,5% y anotaron mejoras significativas a lo largo de toda la curva. Entre los títulos emitidos bajo ley extranjera los crecimientos fueron de 8% en promedio, mientras que entre los bonos que operan bajo ley local, los avances fueron de entre 3,3% y 5,8%. De esta manera, el riesgo país exhibió un marcado descenso de 244 unidades (-7,4%) que le permitió caer hasta 3075 puntos básicos.
"En cierto punto es como si el mercado estuviera celebrando el fracaso de la primera oferta, que era muy agresiva y que se todo el mundo descontaba que no se iba a aceptar. Es decir, con la confirmación del rechazo a esa oferta y de que el Gobierno está dispuesto a negociar, se celebra que eso no gatilló un default sino una negociación. Eso es lo que explicó las subas", precisó Gabriel Caamaño, economista de Consultora Ledesma.
El rally de los bonos de la última semana les permitió a aquellos títulos emitidos bajo ley Nueva York acumular mejoras de entre 15% y 22%. Incluso, las variaciones positivas son de entre 5% y 15% en relación al precio que exhibían al 16 de abril, la fecha en la que el ministro Guzmán presentó la oferta en Olivos. Sin embargo, en términos absolutos las variaciones son de u$s 2 en promedio. Es decir, no maquilla el hecho de que los mismos aún operan con paridades de un 30% en promedio. Y es por ello que las mejoras recientes no alterarán demasiado las expectativas de los acreedores en relación a lo que considerarían una oferta aceptable. Porque si bien es cierto que a menores precios menor esfuerzo deberá hacer el Gobierno para contentar a los tenedores de los títulos, lo cierto es que éstos aún se encuentran lejos de los niveles que llegaron a exhibir este mismo año.
"Es cierto que uno de los factores que uno siempre tiene en cuenta para medir el atractivo del canje es cuánto vale hoy lo que uno tiene, que es el precio actual de los bonos, frente a lo que espera que valga lo que va a recibir. Y que con cada suba se achica el margen de capital gain. Pero gran parte de la cartera de los fondos del exterior compraron a precios mucho más altos. Con lo cual, en realidad, para ese segmento no le impactan tanto las últimas variaciones de los precios, porque ellos también calculan frente al precio que compraron", indica Martín Vauthier, economista de Eco Go.
"Los bonos aún se mantienen muy bajos. Creo que este argumento tendría más fuerza cuando haya mayor variación de precios, hacia otros rangos. Por ejemplo antes del coronavirus, las paridades estaban en la zona de 40%. Ahí sí el Gobierno hubiera tenido que ir con una oferta más atractiva. En los rangos en los que nos estamos moviendo hoy, donde las paridades siguen en torno al 30%, creo que lo que más va a primar son los análisis que hagan los fondos que compraron a otros precios", agregó Vauthier.