¿Quiénes invirtieron en ladrillos y duermen tranquilos?

Pero, ¿qué pasa a corto plazo? y si la compra es para uso personal, ¿qué hay que considerar para estar tranquilos?.

Son muchas las variables que analiza una persona, una familia o un inversor a la hora de elegir un inmueble como destino de sus ahorros. Una vivienda es un producto importante y decisivo, donde las familias esperan vivir y crecer, y un  inversor espera obtener rendimiento.

En ambos casos hay muchas expectativas puestas en el inmueble, que deben ser cubiertas en su totalidad para poder dormir tranquilos. Lo primero que se recomienda es tratar con una empresa seria, consolidada, con respaldo y experiencia en el rubro.

El auge de las desarrolladoras presentó en el mercado actual un sinfin de casos en donde las sorpresas le quitaron el sueño a más de uno. Que los proyectos se concreten, que las entregas pactadas se cumplan, que los estándares de calidad se constaten, que el respaldo financiero las acompañen, son claves para asegurar que una compra en pozo o previas a la entrega se cumplan.

Por otro lado, entra en juego la ubicación de los proyectos; el crecimiento casi indiscriminado de barrios privados y la falta de claridad en la planificación urbana le ha jugado una mala pasada a muchos aventureros que, por aprovechar una zona con “potencial”, se encuentran hoy sorteando obstáculos e imprevistos.

Desarrolladoras como Vorhut State, que enfoca todos sus emprendimientos en barrios consolidados como Dalvian, aseguran un valor presente y futuro para sus emprendimientos en donde los imponderables y los riesgos se mitigan.

Otro de los factores a considerar al momento de tomar una decisión es la calidad que se espera recibir del producto en cuestión. En el caso de Pedraza, el proyecto emblema de Vorhut State, la calidad comienza desde los planos con la contratación de un arquitecto galardonado, Rodolfo Sardi. Esa decisión marca un diferencial en todos los aspectos, permitiendo tanto al inversor como a la familia que busca su vivienda personal, el tener entre sus manos un producto único, con detalles de ambientación, disposición, iluminación, circulación, terminaciones, que hacen de la vivienda un producto sobre la media del mercado, lo que ayuda en todo sentido a tener un plus al momento de hacer negocios o de disfrutar una vivienda.

Las terminaciones son clave: se dice que cuando uno construye para vivir, busca lo mejor que le dé el bolsillo y cuando uno busca un producto para hacer negocios trata de “rascar el bolsillo”. Pero no siempre es así. Los productos de calidad tienen su mercado y lo seguirán teniendo.

En este caso, Pedraza está pensada para un público que disfruta y reconoce los detalles de calidad y están dispuestos a valorarlos. Por eso, Rodolfo Sardi pensó en amplias galerías, en aberturas de piso a techo de PVC de alta prestación, de porcelanatos rectificados de primera calidad, de mobiliario de cocina con herrajes Premium y una serie de decisiones estructurales que son invisibles a los ojos pero reconocibles en la calidad de vida, como balcones volados con doble refuerzo para evitar columnas que interfieran la vista, hormigón con productos que evitan la evidencia de humedad del suelo o la colaboración profesional de la paisajista Elina Llaver, que interviene en la selección de vegetación para cubrir las pérgolas y los jardines interiores.

Decidir dónde invertir los ahorros no es una decisión a la ligera. Por eso, la garantía y confianza de una desarrolladora que se compromete por escrito y cumple con la calidad y los plazos es clave. Hoy, los inversores que buscan una rentabilidad asegurada en dólares a dos años del 14% o una familia que proyecta vivir en un espacio exclusivo y de buen gusto duermen tranquilos en Pedraza, un proyecto único en Mendoza.

Si querés conocer más sobre un proyecto seguro, entra a http://www.pedrazadesarrollo.com un desarrollo de Vorhut State.