Este miércoles el congreso de la Nación aprobó la ley que convierte a todos los ciudadanos argentinos mayores de 18 años en donantes de órganos, salvo que se nieguen a través de una constancia expresa.
La histórica norma, que fue aprobada por unanimidad en ambas cámaras, tuvo su origen en el caso de una nena de 12 años, quien movilizó al país: Justina Lo Cane.
Desde muy temprana edad, Justina fue diagnosticada con una cardiopatía que se fue agravando con los años. El 7 de septiembre del 2017 entró de urgencia a terapia intensiva de la Fundación Favaloro.
Dos días después de la internación, todos sus órganos se descompensaron y tuvo que ser conectada a un ECMO -soporte cardíaco y respiratorio- mientras esperaba en Emergencia Nacional un corazón que la mantuviera con vida.
En ese entonces, su familia y amigos cercanos, iniciaron una campaña nacional llamada "Multiplicate por 7". A través de esta iniciativa trataban de concientizar sobre la importancia de la donación de órganos y tejidos.
Lamentablemente, el tiempo pasó y el corazón para Justina nunca llegó. La mañana del 22 de noviembre Justina falleció. Pese a la tristeza, su entorno rescató el hecho de que el caso de la nena impulso a miles de personas a inscribirse en el registro de donantes.
No obstante, se impulsó un proyecto de reforma de la Ley de Trasplantes de Órganos en Argentina a partir del cual, todos los ciudadanos argentinos mayores de 18 años se convertirían en donantes, salvo que hubieran dejado su expresa negación. Este miércoles la Ley Justina fue aprobada en el Congreso argentino.