Años pasaron para que Verónica Ojeda pudiera rehacer su vida después de Diego Armando Maradona. Desde su separación hace más de seis años, la rubia se había dedicado a cuidar a su hijo, Dieguito Fernando y no había presentado nueva pareja.
Eso fue hasta la noche del domingo, cuando en su visita al living de Susana Giménez, donde se presentó con su hijo y habló por primera vez de los problemas de salud del pequeño, Verónica blanqueó su nueva relación. "Yo pude rehacer mi vida, ahora estoy más liberada y enfocada como mujer", comentó. Y agregó: "Estoy muy bien, estoy con alguien, lo quiero preservar". Aunque no dio más detalles de su nueva relación, en sus redes sociales se ha mostrado junto a su pareja, el abogado Mario Baudry, quien en más de una oportunidad se presentó en los medios como su representante legal.
Además de ser especialista en leyes, Baudry es escribano, especialista en Finanzas Públicas y Derecho Tributario. El hombre es conocido por ser el ex cuñado de Marcelo Balcedo, el secretario general del Sindicato de Obreros y Empleados de Minoridad y Educación (SOEME) detenido en Punta del Este en enero de 2018.
En más de una oportunidad se lo ha visto compartir eventos públicos y privados con artistas y personalidades de la farándula.
Sobre los rumores de que en su último viaje a México había existido un acercamiento con Maradona, Ojeda fue contundente: "Para nada, yo estaba enfocada en el tratamiento, no teníamos mucho contacto. Solo a la noche cuando cenábamos, cada uno con su vida. Acá se decían un montón de cosas... Diego tiene un carácter muy especial y su hijo tiene su misma impronta, y yo estoy acostumbrada a vivir solo con Dieguito. Es un tema la convivencia, él está acostumbrado a estar con mucha gente", aseguró.
Al tratamiento al que hizo referencia la profesora de educación física es el que inició junto a su hijo después de que le detectaron un trastorno en el lenguaje. "Hace años con Dieguito hacemos un tratamiento muy intenso. A los tres años le habían diagnosticado autismo", comentó. Por recomendación médica viajó a Estados Unidos y "allá le diagnosticaron TEL".
Después de muchos años sin ver a su hijo, el Diez le pidió que el pequeño siguiera su tratamiento en México para poder acompañarlo. "Tenía un bloqueo emocional grande. Y cuando yo me lo llevé a México, estar más cerca de su papá ayudó un montón. Debo decir lo bueno: él lo paga (el tratamiento), pero no todo es eso. Vos tenés que estar o no estar. Igual que la familia, con primos, tías, hermanos… Después desaparecen todos. No está bueno, es el más chiquito de la familia. Las puertas de mi casa están siempre abiertas", aseguró.