Jonathan Fabbro vuelve a estar en la escena central de los medios argentinos, pero poco tiene que ver su carrera como futbolista. El volante ofensivo de 37 años fue condenado a 14 años de prisión por haber abusado sexualmente de su ahijada entre 2012 y 2016. La chica tenía cinco años cuando comenzaron los abusos.
En ese tiempo, Fabbro jugó en Cerro Porteño (2011-2013) y luego pasó a préstamo por un año a River por un pedido especial del entrenador Ramón Díaz, pero no le fue bien: jugó 15 partidos oficiales y no logró convertir. Su rendimiento no fue el esperado y volvió a Paraguay donde permaneció en el Ciclón del Barrio Obrero hasta julio de 2016, cuando partió a Jaguares de Chiapas, de México.
Jonathan Fabbro nació en enero de 1982 en la provincia de Buenos Aires y desde los 6 años juega al fútbol. Empezó en Argentinos Juniors, donde estuvo durante 9 años y pasó por todas las divisiones juveniles. Pero a los 17, cuando esperaba por una oportunidad para saltar a Primera, le llegó la posibilidad de hacer una prueba en el Betis de España, donde Carlos Griguol era el entrenador. Al final, no logró debutar, pero despertó el interés del Mallorca y no dudó. Allí disputó cinco partidos, pero su inexperiencia le impidió mantenerse y volvió a Argentina.
Boca lo fichó en 2002 y el uruguayo Oscar Tabárez le dio la chance de debutar el 5 de mayo en el triunfo 2-1 sobre Vélez. Eclipsado por jugadores como Juan Román Riquelme o Walter Gaitán (después llegó el brasileño Iarley), Fabbro no jugó mucho en Primera, pero era titular en Reserva: "Ahí me formé como persona", declaró el futbolista años más tarde en el programa Desde adentro de la TV paraguaya. Con la llegada de Carlos Bianchi perdió terreno y en 2003 se fue a Once Caldas de Colombia, donde conquistó la Copa Libertadores.
Fabbro no lograba estabilidad: después pasó por Dorados de Sinaloa (México), Atlético Mineiro (Brasil) y Universidad Católica de Chile. Hasta que en 2007 llegó a Guaraní y se convirtió en ídolo. Fue elegido mejor jugador y fue el goleador en el subcampeonato del Apertura 2008 y luego lideró al equipo en la conquista del Apertura 2010. Fabbro era una celebridad en Paraguay y ese año terminó los trámites para conseguir la ciudadanía y poder representar a la selección paraguaya.
El 2010 no solo fue un gran año para el futbolista sino que en pleno Mundial de Sudáfrica las fotos de una fanática del equipo que comandaba Gerardo Martino dio la vuelta al mundo: con un teléfono celular en el escote y apenas abrigada por la bandera de su país, Larissa Riquelme se convirtió en La novia del Mundial.
?Fabbro y Larissa Riquelme formaron una pareja ideal para los medios, que los tenían en primera plana en las revistas deportivas y también de espectáculos. Tras su conflictivo pase de Guaraní a Cerro Porteño la carrera como futbolista de Fabbro comenzó su curva descendente. Coincidió con el accidente automovilístico que protagonizó en Santa Fe en el que atropelló a Mónica Beatriz Deppeller, de 23 años, que falleció luego de ser arrollada por el Audi TT que manejaba el futbolista.
Sin embargo, Fabbro fue campeón en Paraguay antes y después de su paso por River, y en 2012 comenzó a jugar para la selección. Pero sus conflictos afuera de la cancha opacaban todo lo bueno que podía hacer con la pelota en sus pies. En 2016 se fue a Jaguares, casi en un exilio deportivo, pero el club fue desafiliado y Fabbro recaló en Lobos BUAP en julio de este año, al mismo tiempo que se conoció la denuncia por abuso en su contra.