Eva Analía "Higui" Dejesús es una lesbiana de 42 años y vive en la ciudad de Bella Vista, en el partido bonaerense de San Miguel.
Higui fue atacada por un grupo de hombres que la golpeó e intentó violarla por su orientación sexual y, al defenderse, mató con un arma blanca a uno de sus agresores, por lo que fue detenida y aguarda presa el juicio oral en un proceso que según denunciaron familiares y organizaciones que luchan por su libertad, está repleto de irregularidades.
Los hechos ocurrieron el 16 de octubre de 2016 y durante los días siguientes le tomaron declaración testimonial a Eva y a otros testigos sin la presencia de una defensora oficial, contó la abogada especializada en género Raquel Hermida Leyenda, convocada por familiares para asumir la defensa de la mujer.
"Te voy a hacer sentir mujer, forra, lesbiana", declaró Eva que le dijo uno de sus agresores mientras le rompía el pantalón y el boxer que llevaba puesto, tras arrojarla al piso de un golpe mientras un grupo de hombres -ella no tiene registro de cuántos- le daba puntapiés en distintas partes del cuerpo.
Eva, que ya había sufrido agresiones de esta "patota", que la amenazaba con violarla para "corregirla", en el barrio Mariló de Bella Vista, llevaba un cuchillo en el pecho para defenderse, que le clavó al hombre que tenía encima mientras el resto seguía pegándole en el suelo.
"La policía la detiene y la lleva a la comisaría de Bella Vista. Como a la una de la mañana me llama mi sobrina y me cuenta que la detuvieron a Higui, que le había contado una vecina. Yo estaba trabajando cuidando a una persona mayor. Entonces le digo a otra hermana que llamara a la comisaría y nos confirmaron que estaba allí, incomunicada y que mató a una persona", recordó Azucena, hermana de Eva.
"El lunes y martes no pudimos verla porque cuando fuimos la habían llevado a la fiscalía. Recién estuvimos con ella el miércoles y nos contó lo que pasó. Cuando ella dijo que la habían querido violar los policías se le reían", agregó.
" Estaba toda golpeada. Ningún médico la vio ni la asistió, nadie la contuvo"
Eva fue procesada por homicidio simple por el Juzgado de Garantías N°6 de San Martín tras una breve instrucción de la Unidad Fiscal N° 25 a cargo interinamente de German Weigel, y desde entonces está presa en el Destacamento Femenino de San Martín, donde su caso comenzó a divulgarse de boca en boca.
"En una visita por otro caso me cuentan la historia de Higui y pedimos conocerla", dijo Carolina Abregú, que junto a su hermana Karina (una mujer que fue víctima de un intento de femicidio con fuego), conformó las Defensorías de Género, un colectivo que acompaña y denuncia casos de violencia sexista.
Carolina se acercó a los familiares de Higui y junto a otras organizaciones de género y diversidad conformaron una mesa para trabajar por la libertad y lanzaron la campaña "Justicia por Eva".
"El martes me presenté formalmente en la causa y encontré un expediente de 180 fojas, lo que demuestra la falta de actividad judicial. Higui estaba en un 'estado de indefensión procesal', no se hicieron las acciones mínimas que debían hacerse; no hubo una 'valoración de la prueba', nadie miró la causa, lo que ella declara el mismo día que la detienen; no tuvo atención médica ni psicológica, a pesar de que consta que está golpeada", explicó Hermida Leyenda.
La letrada sostuvo que "hasta tal punto la causa es ignorada que no hay una pericia sobre la ropa de Eva, no se buscó si hay esperma, y ni siquiera está claro dónde está ni cómo se conservó esa ropa".
Hermida Leyenda solicitará "pericias psicológicas y psiquiátricas que den cuenta del estrés postraumático que ella atraviesa por el ataque y el abuso, que aguarde el juicio en prisión domiciliaria con una pulsera electrónica porque no hay peligro de que interfiera en la causa ni de que se fugue y un juicio oral lo más pronto posible para demostrar que actuó el legitima defensa".
Eva jugaba al fútbol como arquera, lo que le valió el apodo de Higui por su parecido con arquero colombiano René Higuita; trabajaba como jardinera, cortaba el pasto y cartoneaba, pero nunca estuvo detenida ni tuvo conflictos con la ley penal, aunque conoció a temprana edad la violencia porque fue abusada sexualmente por su padrastro durante la infancia, según enumeraron sus allegados.
"Su historia está atravesada por una doble violencia: por un lado, por ser mujer y, por el otro, por su orientación sexual. La violación es históricamente una forma que busca 'discliplinar' la sexualidad de las mujeres lesbianas", indicó María Rachid, secretaria general de la Federación Argentina de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Trans (FALGBT) y Directora del Instituto contra la Discriminación de la Defensoría del Pueblo porteña.
Rachid señaló que "en todos los casos que se difundieron mediáticamente la persona que mató en 'legitima defensa', aún cuando lo que estaba en juego era la propiedad privada, aguarda el juicio oral en libertad; ella, en cambio, está presa porque es mujer, pobre y lesbiana".