Este jueves el colectivo de Actrices Argentinas acompañó una nueva denuncia penal por acoso sexual y maltrato en el ámbito laboral. Poco después de las 19, a través de un conferencia de prensa, las mujeres dieron los detalles de la acusación.
Luego de que la supuesta víctima, Anahí de la Fuente, leyera una larga lista de agrupaciones que también estaban apoyando la denuncia, otras actrices tomaron la palabra para iniciar el relato.
Una de las cosas que destacaron fue el abuso de poder que suelen cometer los empleadores o directivos de las instituciones para cometer este tipo de actos.
"Acompañamos la denuncia de Anahí de la Fuente de acoso y maltrato por parte de un ex directivo del centro cultural San Martín", expresaron. Tal como había trascendido, se trató de Diego Pimentel.
En julio de este año ya se había realizado una denuncia por parte de Anahí de la Fuente, una maquilladora profesional, performer y comunicadora que había comenzado a trabajar en el área de Comunicación del centro cultural como community manager en junio de 2017.
La denuncia de De la Fuente quedó en manos del personal en la Fiscalía N° 16 especializada en violencia de género, a cargo de Claudia Barcia. Pimentel renunció a su cargo a fines de agosto.
"Me agarraba de las manos, me tiraba para atrás los brazos, como en un gesto de reducirme. Faltaba que me ponga las esposas. Nunca lo interpreté como un juego. Eso es lo que dice la gente cómplice. ¡Era mi jefe! Lo que hacía era incitar a un juego de violencia sexual, totalmente fuera de lugar. Yo me quedaba paralizada y me intentaba soltar. Me agarraba, me pellizcaba de la cintura, me abrazaba y me apoyaba. Noté que era cada vez más intenso, entonces me puse en alerta, y me dije: 'Esto va a ser peor'", contó la víctima a Infobae.
En diciembre de 2018, Actrices Argentinas apoyó a Thelma Fardin, quien denunció en Nicaragua que el actor Juan Darthés la violó durante una gira de "Patito feo". En aquel momento, la joven tenía 16 años.
"Comenzó a agarrarme el cuello y yo le dije que 'no'. Me hizo sentir su erección. Me corrió el shorcito y empezó a practicarme sexo oral. Yo seguía diciendo que no. Me metió los dedos. Y yo seguía diciendo que no. Le dije que sus hijos tenían mi edad. No le importó. Se subió encima mío y me penetró. En ese momento alguien tocó la puerta y yo pude salir de esa habitación. Gracias a que alguien habló, yo puedo hablar. Cuando lo dije me encontré rodeada de personas que estaban dispuestas a cuidarme y darme mucho amor", reveló Thelma aquella tarde.
