Política
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hace 1 hora
Este jueves la noticia sobre el hallazgo de 39 cadáveres, supuestamente inmigrantes, en un camión frigorífico en un parque industrial de Essex en Inglaterra conmocionó al mundo entero. Por el hecho detuvieron al chofer del vehículo.
Mo Robinson, un joven de 25 años, vive en un pequeño pueblo cerca de Portadown en Irlanda del Norte y publica regularmente imágenes sobre el camión Scania registrado en Bulgaria, pero no es dueño del vehículo sino que pertenece a una empresa irlandesa.
De acuerdo a las investigaciones, la madrugada de este jueves Robinson recogió el contenedor refrigerado minutos antes de que los cuerpos fueran descubiertos.
Entre las primeras hipótesis, se conjetura con que el episodio está vinculado al tráfico ilegal de personas y que el vehículo, a través de Irlanda, habría elegido un camino distinto a las vías habituales para introducir en el Reino Unido ilegalmente a inmigrantes indocumentados.
Los detectives de la Policía tienen la teoría de que el camión viajó desde Zebrugge (Bélgica) hasta Purffleet y de ahí viajó hasta Thurrock donde se encuentra el puerto de Tilbury. Según el Ministerio de Exteriores búlgaro, el camión está registrado en la ciudad portuaria de Varna a nombre de una ciudadana irlandesa.
El principal sospechoso
Mo Robinson es un asiduo usuario de las redes sociales. En su perfil de Facebook pública regularmente imágenes sobre el camión Scania registrado en Bulgaria, pero no es dueño del vehículo sino que pertenece a una empresa irlandesa.
En declaraciones a Belfast Live su familia aseguró que no habían podido comunicarse con él desde la detención.
Según su perfil, asistió a Southern Regional College - Portadown Campus, donde estudió el mantenimiento y reparación de vehículos ligeros.
Además, está en una relación con una joven con la que aparece en varias fotografías y con quien estaría esperando un bebé, según el Daily Mail.
Robinson fue arrestado en el lugar del hecho bajo sospecha de asesinato y hoy se encuentra en el centro de una de las investigaciones de asesinato más grandes de Gran Bretaña.
Tras ser descubierto, Robinson fue el encargado de sacar el vehículo del parque industrial con una escolta policiaca. La Policía lo obligó a usar guantes y un uniforme forense completo.
