Te sorprenderías saber quién es el amigo de Tevez dentro del mundo futbolístico en la serie Apache que se transmite por Netflix. El amigo con el que comparte las inferioes de Boca y se transforma en un referente para Carlitos, a la vez que comparte momentos inolvidables en la Selección Sub 17.
Si pasaste los ocho capítulos que relata la primera parte de la vida de Carlos Martínez, y viste el emocionante momento del crack pisando suelo xeneize, seguro te preguntaste quién es el pibe que conoce en las inferiores, luego irían al mundial juvenil y serían amigos inseparables.
Fernando Cisneros en la ficción, interpretado por Román Almaraz, es Raúl Osella. Fernando y Carlitos son los dos jugadores de Boca que van al Mundial de Trinidad y Tobago y en pleno vuelo, se lamentan el cuarto puesto con una enorme pena.
Fernando es Osella, jugador que conoció a Tevez en la categoría 84. Fue lateral o volante derecho, nacido de Morteros, Córdoba.
Carlitos ya había despegado a primera cuando fue el turno de Raúl, una fecha inolvidable para él: fue frente a Central en Rosario cuando Boca venció por 7-2. Y festejo en la Libertadores 2003 en la Bombonera.
En Clarín, el propio Osella contó su experiencia con Tevez.
"Carlitos es un gran amigo, nos conocimos ahí en Boca. Yo llegué con edad de Novena pero él ya estaba, del año anterior. Antes del Sudamericano y del Mundial Sub 17 fuimos dos años a la Selección juntos, hicimos todo el proceso, con Hugo Tocalli de técnico", cuenta Raúl, desde Brunnen, Suiza, donde vive frente al Lago de los Cuatro Cantones junto a su mujer Sabrina y su pequeña hija Francesca.
Sigue jugando al fútbol, pero en una liga semiprofesional: "Por eso además de jugar trabajo, acá si sos jugador profesional te dejan estar pero si no, tenés que sostener la visa de trabajo con un empleo, por eso estoy en una fábrica que produce discos para la empresa Bosch".
"No vi la serie, aún no. Pero muchos amigos me escribieron y me contaron, dicen que ese pibe soy yo. Puede ser, fuimos los únicos jugadores de Boca que fuimos al Mundial, sí. Y si pusieron un actor rubio, pelo un poco ondulado, puede ser, sí, jajaj...". Además de Boca, en la ficha de Osella figuran Deportivo Morteros, Tiro Federal de Rosario y los clubes suizos FC Locarno y FC Ibach. "Vine a jugar al Locarno, estuve cuatro años, volví a la Argentina y ya llevo otros seis acá. Y creo que me quedo a vivir acá una vez que deje de jugar", confiesa a la distancia.
Entre sus recuerdos, Raúl mencionó la visita de Tevez a Mortero, en 1997.
"Estábamos en Novena, teníamos 12 años, era junio y había receso. Pasábamos todo el día juntos y entonces le dije de ir a mi pueblo. Lo habló con sus padres y nos fuimos en colectivo, diez horas. Hacía un frío tremendo, pero allá mis amigos y mi familia estaban como locos. Carlitos no era conocido todavía, pero el tema era que yo llevaba seis meses en Boca, era la novedad en casa, y llegaba al pueblo otro jugador de Boca. Era una noticia allá. Jugamos un partido, me acuerdo. Hoy mis amigos me dicen: '¿Te acordás cuando vino Carlitos, que jugamos ese picado y nos pasaba a todos como parados?'. Y sí, Carlitos ya era un crack", detalló Raúl quien tuvo una carrera más lenta y no tan vertiginosa.
"Cuando él firmaba con el Corinthians, yo me iba a préstamo a Tiro Federal...", contó sin remordimientos y entre risas.
Esos caminos se volvieron a unir tiempo después, y de un modo bien singular.
"Con Carlos nos reencontramos cuando fue a jugar a la Juventus. Un amigo mío conoce a un flaco del club y me preguntó si quería tratar de contactar a Carlitos. Y el gesto que tuvo no me lo voy a olvidar más. Este pibe le mandó un mail a su contacto y le contó que yo había jugado con Tevez, para que le avisara a Carlos, y le dimos un número de teléfono. Al otro día me suena el celular. Era Carlitos".
El encuentro fue inmediato. Raúl viajó a Italia y se fue hasta el hotel de la Juve. La emoción y la conexión estaban intactas. El abrazo fue volver a unir aquella niñez con esta adultez.
"Yo estaba jugando en Locarno y la Juventus jugaba con el Milan de visitante. Tengo dos horas hasta ahí, entonces quedamos en vernos. Me hizo subir al piso donde estaba el equipo, increíble, muchísima seguridad. Nos abrazamos como si no hubiesen pasado los años. Hasta me preguntó por mis viejos y se acordaba los nombres... y eso que son difíciles, eh. Quedamos en vernos en Turín, más adelante. Fui con mi familia, vimos un partido y nos insistió para ir a comer un asado a su casa. Un momento hermoso, ahí nos tomamos ese fernet, el de la foto, ja", confió.
Osella se volvió a comunicar con Carlos Tevez cuando éste estaba en China. Después, el tiempo y la distancia los volvió a separar. Sin embargo, no apagó la fuerte amistad entre estos dos amigos, que cuando se encuentran vuelve aaquellos años de inicios y buenos recuerdos.