En similitud con Don Julio Grondona usa un anillo en el que se puede leer su frase de cabecera, la diferencia es que en este caso la joya dice "No pasa nada" y la del ex presidente de la AFA era "Todo pasa".
Christian Bragarnik es un hombre que desde hace años despierta polémica. Muy amigo de Julio Grondona y de Daniel Angelici, es vinculado con Mauricio Macri y hasta se lo recuerda por reclamar ser el dueño de la camioneta BMW robada con la que la policía atrapó a Leonardo Fariña en el 2013.
La actividad de Bragarnik no siempre estuvo lejos de las polémicas. Hace algunos años estuvo en la mira de la AFIP y la Unidad de Información Financiera por la venta de un jugador de Defensa y Justicia, Julio Rodríguez, al Sinaloa por una cifra de apenas 80 mil dólares.
Maneja 15 técnicos, más de 100 jugadores, desayuna cerrando tratos con la dirigencia de Racing, almuerza poniendo entrenadores en los grandes del Interior, merienda haciendo negocios en Latinoamérica. Un todo terreno que ayudó a destrabar en su momento la llegada de Jorge Sampaoli a la Selección y que maneja a Jorge Almirón, el técnico que el presidente Mauricio Macri quiere para la selección.
Clarín charló con él un interesante que dejó frases imperdibles.
Su inicios: "Yo no reniego para nada de mi pasado. Es más, antes de tener un videoclub trabajaba en supermercado chino y acomodaba cajones. Pero siempre me gustó el fútbol. Trabajé mucho para llegar".
Su llegada al fútbol. "A mí me ayudó que jugaba al fútbol y que conocía a gente del ambiente. Un día vino a pedirme una mano (el representante) Daniel Comba, que es un amigo de la vida. Él sabía que yo editaba videos para casamientos y que me gustaba grabar partidos, entonces me dijo que lo ayudara con las imágenes de un jugador. Y quedaron bien. Bah, se ve que quedaron contentos. El jugador era Usuriaga, el Palomo".
Su influencia en los clubes: "Pero yo no obligo a nadie. Evidentemente si ven el trabajo que hicimos en Defensa y Justicia, si ven lo que mejoró Racing con todo el trabajo junto a Víctor Blanco, o la continuidad a lo largo de los años que muestra Godoy Cruz... Además, hay muchos representantes que tienen varios jugadores en el mismo equipo y sólo se habla de Bragarnik".
Su relación con el narcotráfico: "tengo éxito. Y eso en Argentina molesta. Entonces empiezan a buscarle la vuelta. Y obviamente es fácil decir que como trabajé en Tijuana, con lo que representa Tijuana acá... se vincula con el narcotráfico. Yo soy empleado del club, trabajo como abogado deportivo en el fútbol, hago lo mío, asesoro, y lo que hagan los dueños de las instituciones será cosa de ellos. Pasa en todas las empresas".
Las sociedades anónimas deportivas: "Antes que nada te digo que yo no estoy atrás de eso como viven diciendo. ¿De qué me serviría a mí? Si fuera el dueño de un club sería más difícil tener jugadores en otros clubes con los que compitan. Y además no lo veo como algo posible en el fútbol argentino. No veo que exista unanimidad de los socios en ese sentido. Lo que sí me parece es que varios clubes van a terminar derivando en una Sociedad Anónima porque su situación no da para más".
El fixture y el partido final entre Racing y Defensa: "Menos mal que el fixture lo armaron estadistas de la UBA sino hubieran dicho que lo puse yo a dedo (se ríe). A veces el destino quiere estas cosas. La verdad es que nadie hubiera pensado que Defensa iba a estar peleando. Ahí tenés el ejemplo de dos procesos dirigenciales exitosos que tienen su fruto. Ojalá para mí que se defina el campeón antes".
La acusación de Troglio: "El fútbol argentino vive buscando fantasmas. Yo estoy tranquilo, lo de Pedro (Troglio) ya lo charlé con él y se disculpó. No pasa nada".
Su relación con Boca
De la mano de uno de los socios de su escudería, Marcelo “el Bocha” Valeri, Bragarnik entró en Boca con figuras fuertes: Darío Benedetto, quien pasó por Tijuana y llegó a la Ribera desde el América de México; Iván Marcone, otro que viene de tierras aztecas (Cruz Azul); y también intercedió para facilitar la llegada de Mauro Zárate, con la novela por su salida de Vélez de por medio.
"Los hinchas de Vélez se enojaron conmigo por la salida de Mauro, pero el error ahí fue del club que no había previsto una opción de compra para el jugador. Y después la decisión pasa a ser del futbolista, qué es lo que quiere hacer de su carrera. Creo que el error fue de Vélez, pese a que ahora ya no puedo pisar la cancha o me dicen que traicioné al club", se defiende.
Más allá de su postura, el hecho de haber intercedido para gestionar la llegada de Zárate a Boca significó un espaldarazo para la escudería de Bragarnik en el club de La Ribera ya que pocos confiaban en que se pudiera lograr la negociación. Si antes de esa movida de ajedrez la relación entre Angelici y el representante era buena, a partir de ese momento se afianzó aún más.