Cuando parecía que la Policía había terminado con el caso de los piromaníacos que incendiaban automóviles, esta madrugada en pleno centro dos vehículos más, un Fiat 128 y un Citroën Mehari, fueron incendiados. Uno fue quemado en calle Santa Fe y otro en Lisandro de la Torre.
El 30 de octubre la policía detuvo a cuatro sospechosos de ser los autores de al menos 16 incendios de automóviles, que estaban en la vía pública y corresponden a modelos viejos.
Pocas horas después dos de los detenidos fueron liberados por falta de méritos y sólo dos permanecen detenidos por vinculárselos con estos hechos y otros actos delictivos, aunque nunca se especificó si realmente los incendios fueron aclarados. En fuentes de la investigación se sospecha que con estos dos nuevos incendios bien podría estarse desviando la atención, en un intento de favorecer a los detenidos.
Los dos últimos autos quemados fueron dos Renault 12, uno en calle Pueyrredón al 1900 y otro en calle 12 de Octubre 1033, es decir a tres cuadras de distancia. El primero de ellos estaba en la calle y sufrió daños totales por el fuego, mientras que el otro se encontraba guardado en la galería de una casa.
La mayoría de los vehículos incendiados se encontraban estacionados en la calle en el barrio Martín Güemes -zona comprendida entre Castelli y Julio Silva- y un par estaban guardados en casas que sufrieron daños por el siniestro. Seis de los vehículos víctimas de los piromaníacos fueron incendiados en el lapso de una hora en el mismo barrio, por lo que se sospechaba que se trataba de la misma persona o grupo.
Fuera de esa zona, una camioneta fue quemada en la calle Reconquista al 200, en el barrio Pueblo Diamante. Esto ocurrió cerca de las 23 del viernes, y afectó el capot y una de las puertas del vehículo.
La mayoría de los autos quemados son modelos de varios años, entre ellos Renault 12, Citroën 3 CV, Peugeot 504, una camioneta Ford F100, Torino, VW 1500, Ami 8, una casilla rodante que estaba junto a este último auto y un camión. Casi todos pertenecen a familias humildes o trabajadoras, a diferencia de la banda de "quemacoches" que tuvo en vilo a vecinos de la Capital Federal y el conurbano bonaerense en julio.