El asesinato de Miguel Lara, de 22 años, ocurrido hace dos domingos atrás en la Isla del Río Diamante, motivó la tensión entre amigos y familiares -que se evidenció a poco de ocurrido el hecho, durante el sepelio de la víctima- y la obligada mudanza del autor días después.
Sin embargo no todo terminó ahí, sino que este sábado desconocidos incendiaron la casa del hombre acusado de ser el autor del disparo que terminó con la vida del joven. Por otra parte, vale recordar que Ricardo Martínez (36), luego de cometido el hecho se entregó a las autoridades, llevando el arma que había sido utilizada en la acción.
"Fue una venganza", se aseguró desde los ámbitos policiales, más teniendo en cuenta que un par de días antes, las llamas también habían reducido casi a hierros irreconocibles a un vehículo estacionado dentro del predio, ubicado sobre el callejón Iguazú.
La vivienda se encontraba desocupada desde el lunes 10 -es decir, un día después de la agresión que terminó con la vida de Lara- y ahora las llamas fueron sofocadas por los bomberos.
El hecho
Lara, de 22 años, fue asesinado de un balazo en el abdomen en medio de una riña callejera con un hombre de 36 años, como resultado de algunos problemas de vieja data.
El hecho ocurrió en la intersección de los callejones Osorio e Iguazú, de la Isla del Río Diamante, cuando la víctima, Miguel Ángel Lara, fue a buscar a Ricardo Martínez.
En ese lugar, ambos tuvieron una fuerte discusión que terminó a los tiros, y Lara quedó tendido en el suelo. En el nosocomio, por la gravedad de las lesiones en el abdomen, fue intervenido y pasó a terapia intensiva donde falleció en las primeras horas del lunes.
A la misma hora el presunto autor del hecho se presentó voluntariamente en la Comisaría 38, donde entregó el arma.