Quemadas y torturadas para que dieran la plata

Fue en una casa de la Cuarta Sección Oeste. Les llevaron $ 100 mil y 20 mil dólares. A una de las víctimas la quemaron con una plancha.

Quemadas y torturadas para que dieran la plata
Quemadas y torturadas para que dieran la plata

Golpearon a una mujer y le quemaron las piernas a su hija en un muy violento robo que se produjo en una vivienda de la Cuarta Sección de Ciudad, donde reside la familia de un comerciante del rubro de la fotografía.

Los delincuentes se llevaron un importante botín: 20 mil  dólares y 100 mil pesos; todo en billetes. Los investigadores creen que se trataba de una banda profesional y no descartan que los cuatro delincuentes hayan trabajado con la ayuda de un "datero".

El robo se produjo ayer a las 9.30 y se extendió por espacio de más de dos horas, lapso en que los delincuentes "dieron vuelta la casa" hasta que encontraron el dinero, que fue lo único que se llevaron.

Los ladrones -cuatro sujetos armados, encapuchados y con guantes- accedieron a la casa ubicada en Patricias Mendocinas al 2400 de Ciudad por otra propiedad cercana y deTorturaron y quemaron con una plancha a una mujer en violento asalto en Ciudad de allí se descolgaron al patio, lo que les permitió controlar la situación, ya que lograron reducir a las dos personas que se encontraban en ese momento, Soledad Bravo de Bollati (57) y su hija Tamara (29).

Sorprendidas

Las dos se encontraban en una habitación y allí las inmovilizaron con precintos plásticos y cinta de embalar que los mismos delincuentes habían llevado, las tiraron al piso y comenzaron a buscar el dinero.

Como no lo encontraban, recurrieron a hostigar violentamente a los dos víctimas, amenazándolas de muerte mientras les apuntaban con armas de fuego.

Más tarde, mientras la búsqueda seguía sin los resultados esperados, los asaltantes se pusieron más violentos y llegaron a golpear al ama de casa -golpes de puño en el pecho y en la cabeza- y a la hija le quemaron la pierna derecha a la  altura de los gemelos, con una plancha caliente, con el objetivo de romper el silencio de las mujeres.

También le decían a la dueña de casa que tenían secuestrados al marido y al hijo.

Cuando consiguieron encontrar el dinero -según el ministerio de Seguridad se llevaron 20 mil dólares y 100 mil pesos-, salieron de la casa por el mismo lugar por donde habían entrado.

"Me quemaron con la plancha"

Las dos mujeres lograron liberarse, salir a la calle y luego denunciar el caso a la Policía.

"Nos decían que nos iban a matar y nos ponían el arma en la cabeza. Alguien dio el dato de cómo entrar a la casa", diría después Soledad Bravo a la radio Nihuil.

Y luego agregó: "Me dieron golpes en el pecho y en la cabeza. Fue terrible, mi casa quedó destruida, no quisiera tener que volver a entrar".

"A mí me quemaron con una plancha mis piernas para que les dijera dónde estaba la plata", agregó más tarde su hija.

Luego, ambas se refirieron a la inseguridad que se vive en la zona: "Aquí, en la Cuarta Sección, nos tienen abandonados, sin cámaras de seguridad, sin nada, con muy poca luz. Es una zona por donde pasan todos los ladrones que van al Parque Central".

Antes del mediodía, policías de la División Investigaciones, liderados por el fiscal de Robos y Hurtos Galdo Andreoni, trabajaban en la vivienda de la familia en búsqueda de algunos rastros que pudieran haber dejado los delincuentes.

Policías de Científica también trabajaban dentro de la vivienda buscando huellas o rastros de los ladrones, que fueron descriptos como "profesionales" por parte de los uniformados.

Según trascendió, el dueño de casa había vendido un auto en los últimos días y también tenía dinero de sus negocios.

Total consternación

Una vez que las dos mujeres lograron salir de la casa donde estuvieron cautivas por más de dos horas, se vivieron fuertes escenas de shock. Una de las mujeres, vestida con un jogging de color gris, tuvo que ser contenida por allegados ya que su estado emocional estaba muy alterado: la señora no paraba de llorar.

"Lo que pasó es obra de una banda profesional que contaba con el dato certero de que en la casa había dinero. Además, los delincuentes actuaron con guantes y con capuchas. El método de la tortura que llevaron a cabo tiene que ver con que por más que las víctimas les decían que allí no había plata, los asaltantes estaban seguros de que sí", dijo a este diario uno de los pesquisas del caso.

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