Quedó libre una policía acusada de “gatillo fácil”

La investigación por el crimen de Rosita Guzmán, quien murió en un tiroteo, dio en los últimos días un giro: la uniformada detenida por el asesinato recuperó la libertad.

Quedó libre una policía acusada de “gatillo fácil”

La investigación que se sigue por el crimen de Rosita Guzmán (44), quien murió el 5 de julio en Las Heras en un supuesto tiroteo entre ladrones y policías, dio en los últimos días un giro: la uniformada que estaba detenida por el asesinato recuperó la libertad por un cambio de carátula.

El caso de "Rosita", tal como la conocían, tuvo vaivenes judiciales. Primero, fue imputado y detenido un policía que participó de la balacera por la que murió la mujer. Se lo acusó de homicidio agravado por el uso de arma de fuego y por la condición de sujeto activo (funcionario policial).

Sin embargo, después se presentó ante la Justicia su compañera de móvil, Mayra Sayas (22), para decir que sospechaba que la bala que había matado a Rosita no salió del arma reglamentaria de su camarada sino de la suya.

Con las pericias balísticas, Sayas fue acusada con la misma carátula que su compañero, quien quedó desvinculado del hecho. Así la efectivo quedó detenida y luego accedió a prisión domiciliaria.

Sin embargo, hace días el fiscal Daniel Carniello cambió la carátula a homicidio culposo. Esto es porque, de declaraciones de testigos, "surge que Rosita salió de su casa cuando escuchó los disparos" para ver qué pasaba. A esto se suma que se determinó que el proyectil atravesó una pared de chapa, por lo que Sayas no podía saber que la víctima estaba en ese lugar.

El delito por el que se acusa a la policía es excarcelable y recuperó su libertad. Además, estaría en condiciones de retomar su trabajo.

Balacera mortal

La madrugada del 5 de julio, el móvil en que iba Sayes fue desplazado a calle San Miguel de Las Heras, donde se estaba cometiendo un robo.

Los policías dijeron que cuando llegaron vieron a dos sujetos en actitud sospechosa y se bajaron de la patrulla para seguirlos. Los uniformados declararon que en ese momento les dispararon y repelieron el fuego. Sayas disparó con su pistola 9 milímetros.

Mientras esto sucedía, los sospechosos desaparecieron. Rosita salió a ver qué pasaba y fue alcanzada por una bala en el tórax que la mató en el acto.

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