Alberto Fernández pretende poner en marcha una norma similar a la aplicada en 2005 con Roberto Lavagna como ministro de Economía, que obligaba a que el capital que entre desde el exterior se le permita hacer lo que quiera pero con ciertos límites, como tener que dejar el 30% inmovilizado en un banco y no poder dejar el país por un año.
A su juicio, esta sería una forma de evitar el capital especulativo, la famosa bicicleta. Esa norma funcionó hasta la llegada de Nicolás Dujovne, quien la derogó, lo que generó la posterior salida de dólares.
Argentina copió de Chile en esta norma, que funcionó muy bien en el vecino país y que para Alberto permite evitar el juego especulativo de los capitales golondrinas, mientras el encaje opera como garantía a favor del Estado de que no se vayan antes del año.
El presidente electo admite que la Argentina periódicamente tiene el problema de una demanda de dólares, ya que señala que es el único país del mundo donde la gente compra divisas para atesorar. Reconoce hoy que el cepo no fue un buen arreglo, ya que a su entender es como ponerle una piedra a la puerta giratoria, donde se evita la salida pero también la entrada.
Una de sus premisas es que hay que generar condiciones para el pago de la deuda, pues a su entender un país que no exporta, que no crece, ¿de dónde va a sacar los dólares para pagar? De ahí que recalque la importancia de volver a poner en marcha la economía.
Con quien Alberto habla muy seguido, y hasta son amigos, es con Martín Redrado, aunque tienen matices, ya que Alberto no cree tanto en salidas monetaristas como el ex presidente del BCRA, pero coinciden en que el objetivo es volver a poner en marcha la producción y el trabajo. De hecho, es una de los nombres a los que Alberto más escucha y le presta atención.
No por nada Redrado es uno de los candidatos que suena para ser ministro de Economía o presidente del Banco Central. Aunque el que Alberto más quiere que sea el titular del Palacio de Hacienda es Roberto Lavagna, que es también el candidato que quiere Cristina para que sea el Ministro de Economía, pero por ahora la respuesta de Lavagna es negativa.
A cuidar sus dólares
Cuando Alberto Fernández le pidió a los argentinos que "estén tranquilos, porque vamos a cuidar sus ahorros y sus depósitos en dólares", a cuatro días de las elecciones nacionales, la frase hizo recordar al famoso dicho de Eduardo Duhalde de "el que depositó dólares, recibirá dólares", que luego no sucedió.
Esto provocó que el jueves y viernes antes de las elecciones los ahorristas hicieran largas filas en los bancos para sacar sus divisas que tenían en caja de ahorro y pasarlas, en gran medida, a cajas de seguridad.
"Los argentinos no tienen porqué estar nerviosos, les pido que estén confiados porque se van los que armaron este desastre", dijo Alberto.
Además, Fernández sostuvo que va a "defender" a los acreedores privados de la Argentina frente al avance del FMI, que podría sugerir que se establezca algún tipo de quita de la deuda.
"Con nosotros no corren riesgos (los acreedores). Estoy hablando de defender a los bonistas frente al avance del Fondo. Entiendo que no debería haber una quita", sostuvo.
Fernández dijo tener información acerca de una supuesta propuesta del organismo multilateral para que la Argentina avance en una reestructuración de su deuda con quita a los privados. "Lo que parece ser que está planteando es que haya una quita sobre los tenedores de bonos privados. Pero esta vez los tenedores privados tienen poca responsabilidad", dijo Fernández.
En julio pasado Fernández criticó al Gobierno por su política de contención del dólar: "Tenemos que tener un dólar alto. Siempre lo creí. Tengo la certeza de que el dólar subvaluado nos condena al peor escenario. Con este dólar subvaluado no vamos a conseguir dólares para producir. Macri está sosteniendo ficticiamente el dólar en este precio".
Y agregó: "Ellos piensan que con contener el dólar evitan que todo explote. Todos saben que el dólar está retrasado, es inexorable que aumente."