El precandidato a presidente Alberto Fernández (Unidad Ciudadana) inició una polémica al asegurar que preferiría darle el dinero que se paga por intereses de Leliq a los Bancos a los jubilados, e indicó que dejará de pagarlos para "volver a poner plata en el bolsillo de la gente".
Pero qué son las Leliq y qué implicaría dejar de pagar una deuda contraída:
Las Letras de Liquidez o Leliq, son títulos de crédito emitidos por el Banco Central (como un “pagaré”) por el que la autoridad monetaria le devuelve del dinero al tenedor, más un interés, en un tiempo previamente acordado, en este caso a cinco días hábiles. Las Leliq se licitan de forma diaria y solo pueden ser adquiridas por los bancos.
La tasa de interés se determina por la oferta y la demanda de liquidez (el interés de los bancos por adquirirlas, o renovarlas en lugar de simplemente cobrarlas). El cierre de la tasa promedio de corte de la última licitación fue del 59,75% y se alejó de los momentos más críticos.
¿Por qué el Central emitió esos títulos de crédito?
En 2002, bajo la presidencia de Mario Blejer al frente del Banco Central fueron creadas las Lebac, que tuvieron su expansión más importante con la gestión de Federico Sturzenegger. Las Letras del Banco Central (Lebac) eran igualmente títulos de crédito.
Para el inicio de 2018 el stock de estas era de $1,1 billones y comenzó a ser desarmado con una emisión de dinero que se compensó con la venta de dólares por $480.000 millones más la colocación de Leliq en bancos por $620.000 millones.
Así, para octubre de 2018 el stock de Lebacs alcanzaba los $340.000 millones y el 12% estaba en manos de los bancos. Ese mes se articuló la tercera parte del plan para desarmar Lebacs con Leliq, y los bancos las pudieron adquirir con un compromiso de pago del 72% adicional.
El titular de la autoridad monetaria, Guido Sandleris afirmó que los instrumentos se consolidarían como los principales medios de “esterilización del Banco Central de la República Argentina (BCRA).
Actualmente, “para cumplir con su meta, el BCRA subasta diariamente letras de corto plazo, LELIQs. A diferencia de lo ocurrido durante los dos meses previos, durante diciembre el BCRA no renovó la totalidad de LELIQs que diariamente vencían sino que pagó parte de ellos en pesos”.
“De esta forma, suministró la liquidez necesaria para abastecer el aumento de la demanda de pesos. La tasa de interés finalizó diciembre en 59,3%, lo que implica una baja de 1,5 p.p. (puntos porcentuales) respecto a fin de noviembre y de 14,2 p.p. respecto al máximo alcanzado de 73,5% el 8 de octubre”.
En marzo el Central negó que estas ‘nuevas’ letras fueran una bola de nieve como las Lebacs, para ese momento la tasa del instrumento financiero llegaba al 67% nominal anual con tendencia creciente. Sin embargo, la entidad tenía razones para creer que no se generaría una corrida cambiaria producto de la explosión de stock de pasivos que tuvo lugar a mediados de 2018 y que motivó la posterior absorción o desarme de las Lebac:
En primer lugar, con la venta de dólares el Central había reducido el stock de deuda, y en segundo lugar porque al ser adquiridas únicamente por bancos se redujo el riesgo de que cualquier depositante, inclusive extranjeros, sumaran inestabilidad al instrumento con el “carry trade” (compra de dólares o de títulos alternativamente, según cuál tenga mayor rendimiento, y si compromiso de renovar el título para no desfinanciar al Central).
¿Qué significaría dejar de pagar Leliqs?
En realidad se trata de obligaciones que vencen cada 7 días, por lo que dejar de pagarlas podría ser la consecuencia de un “default” (cesación de pagos), o de desarmarlas ofreciendo intereses bajos en cada renovación y pagando las deudas hasta que ya no queden títulos de este tipo en poder de los bancos.
El analista financiero Christian Buteler, dio una explicación en Twitter sobre los posibles escenarios que sirve para comprender el panorama.