Tras los fallidos pronósticos de las encuestadoras que auguraron el triunfo de la derecha en la primera vuelta electoral chilena de noviembre, ahora la atención está centrada en cuántos puntos o décimas separarán al expresidente derechista Sebastián Piñera del candidato oficialista, el senador independiente Alejandro Guillier, en la segunda vuelta electoral de hoy.
Si Piñera retorna a La Moneda, el país dará un giro a la derecha y seguirá a otros países de la región, como Argentina, Perú y hasta Brasil. Si gana el independiente Guillier habrá que esperar a ver qué tipo de liderazgo tiene para ponerse a la cabeza de la fragmentada coalición de centroizquierda Nueva Mayoría, de la que el centrista Partido Demócrata Cristiano, PDC, se apartó para intentar una fallida aventura presidencial a solas.
¿Cuál es el escenario electoral?
Piñera obtuvo un 36% en la primera vuelta presidencial del 19 de noviembre, frente al 22% de Guillier y un inesperado 20% del Frente Amplio (FA), con la periodista Beatriz Sánchez como candidata.
En la segunda vuelta electoral de hoy ganará el que obtenga una mayoría simple.
Piñera, líder de Chile Vamos, una coalición de partidos conservadores y de centroderecha, obtuvo el apoyo de un excandidato presidencial que obtuvo un 8% de votos, principalmente de militares y ultraconservadores, además de un sector de evangélicos.
Guillier, con un 22% en noviembre, necesita al menos de otro 20% de los votos para salir airoso, según analistas. Su cantera de votos sería el FA, un movimiento nuevo de 14 pequeños partidos y agrupaciones sociales que conquistaron un apoyo de 20% en noviembre.
¿Qué papel jugaría el abstencionismo?
El abstencionismo en noviembre llegó al 56% y según analistas y expertos electorales, a Guillier le conviene que acuda el mayor número posible de electores a las urnas, incluidos seguidores del FA, que han dicho que si van a las urnas lo harán para votar contra Piñera, lo que se puede traducir en más sufragios para el candidato oficialista o en más votos nulos o blancos.
Actualmente, hay 14,4 millones de chilenos habilitados para votar y hace poco menos de un mes sufragaron 6,5 millones de personas.
¿Cuál es el escenario económico?
Chile sufre una desaceleración económica desde 2014, que ha comenzado a revertirse, aunque el crecimiento económico de 2017 será de sólo 1,8%, el más bajo desde el retorno a la democracia en 1990.
Mientras Piñera concluyó su gestión con 5,3% de crecimiento, Michelle Bachelet concluirá con la menor expansión en 27 años, que bordeará 1,5% aunque estará dentro del rango estimado por el Banco Central (de 1% a 1,75%).
El menor precio internacional del cobre, del que Chile es el principal exportador mundial, frenó algunas de las reformas de Bachelet, aunque comenzó un ciclo de alza de precios que es imposible pronosticar por cuánto tiempo se extenderá.
Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), en 2018 la economía se fortalecerá por la mejora en los precios del cobre y un mayor gasto público.
¿Cuál es el escenario social?
En opinión del analista y académico de la Universidad de Santiago de Chile, Marcelo Mella, si Piñera retorna al poder enfrentará fuertes movilizaciones sociales, pues rechaza la gratuidad universal de la educación, salvo en la enseñanza técnico profesional, a la que acuden muchos jóvenes de menores recursos. Fue durante las masivas protestas universitarias durante su gobierno de 2010 a 2014, que la idea de la enseñanza de calidad y gratuita se convirtió en una bandera de lucha que tomó Bachelet y que la llevó al poder en 2014.
Ni Piñera ni Guillier son partidarios de eliminar a las administradoras privadas de pensiones, sólo de establecerles competencia para romper su monopolio. Sin embargo, centenares de miles de personas han salido a las calles convocados por el lema de "No+AFP".
¿Qué le espera al Congreso?
Los comicios parlamentarios de noviembre hicieron desaparecer la mayoría que el oficialismo de centroizquierda tenía en ambas cámaras, y es la centroderecha la que tiene más parlamentarios, pero insuficientes para aprobar un proyecto de mayoría simple, lo que puede obligar a la política de los acuerdos o paralizarlos.
Bachelet dejó instalados proyectos como el de matrimonio igualitario con derecho de adopción y una convención constitucional, rechazadas de plano por la derecha.
Los retos de la nueva presidencia
El principal desafío del próximo mandatario chileno será reactivar el crecimiento económico y la inversión privada. Asimismo, deberá solucionar las inquietudes de los estudiantes sobre la gratuidad de la educación y mejorar el sistema de pensiones.
Según la Fundación Sol, una ONG local especializada en estudiar la desigualdad, Chile es uno de los países más desiguales de la región: el 20% de la población concentra el 72% de la riqueza del país y mientras que once millones de personas sólo pueden acceder a la salud pública, únicamente 1,9 millones de chilenos tienen recursos para atenderse de manera privada.
Aunque el ingreso per cápita supera los 24.000 dólares, una encuesta oficial que mide la pobreza multidimensional -que considera ingresos, escolaridad, salud, jubilación, nutrición- dice que tres de los 17,3 millones de chilenos califican como pobres (lo que equivale a 20,9% de la población).