La crisis política en Bolivia ha generado preocupación en toda América Latina, así como distintas percepciones sobre si lo ocurrido puede considerarse o no un golpe de Estado.
La Organización de Estados Americanos (OEA) eludió referirse a un golpe en un comunicado emitido hoy en el que rechazó "cualquier salida inconstitucional a la situación" en el país andino.
Asimismo, lanzó un llamamiento "a la pacificación y al respeto al Estado de Derecho" y pidió "de forma urgente" que se reúna la Asamblea Legislativa boliviana para garantizar el funcionamiento del país y nombrar nuevas autoridades que garanticen un nuevo proceso electoral.
Bolivia entró el lunes en un vacío de poder e incertidumbre política tras la renuncia de Evo Morales a la presidencia presionado por el ejército y después de semanas de protestas masivas y denuncias de fraude en las últimas elecciones. También renunciaron todas las autoridades que, según la Constitución, estaban facultadas para sucederlo.