Tiempos difíciles en lo económico e inciertos en lo político acrecientan las dudas sobre el rendimiento de Cambiemos en lo que le queda de su gestión. Para muchos no es fácil digerir la embestida de Elisa Carrió contra el ministro Garavano, mientras el radicalismo ratifica su respaldo a la gestión presidencial y su pertenencia a la coalición gobernante pero con algunos planteos fuertes sobre lo que se determina desde la Casa Rosada. Por lo bajo algunos radicales insisten con que sería necesario más diálogo con el Gobierno “para evitar errores” o no enterarse por los medios de algunas decisiones, como lo del aumento extra del gas que se impulsaba para compensar a las empresas prestadoras del servicio.
Posiblemente, en el macrismo hubiesen preferido que el concepto de “salir de la agenda del ajuste”, reflejado en el documento emitido luego de la cumbre radical del viernes, hubiese sido planteado en otro ámbito más abarcativo del espacio gobernante, lo mismo que las insinuaciones sobre la conformación de una fórmula presidencial de la UCR que se presente en las PASO del año próximo. Lo mismo sucedió con otras definiciones puntuales que surgieron del mismo escrito y de declaraciones que efectuó el propio Cornejo. Un tire y afloje singular: los radicales se quejan porque dicen que el macrismo no les anticipa las decisiones a tomar y el macrismo también se queja porque la UCR no dice en privado lo que luego ventila en los medios.
Pero es en el radicalismo mendocino, cercano al Gobernador y titular del Comité Nacional de la UCR, donde buscan bajar los efectos de la repercusión de lo sucedido en Buenos Aires. El apoyo a Macri no se discute -aseguran- y no se vislumbra fácilmente otra alternativa al Presidente como candidato. No está nada dicho, de todos modos, y no habría que descartar que luego del primer trimestre de 2019 se llegase a hacer un replanteo de la candidatura presidencial si la economía no mejora y tira aún más para abajo las expectativas electorales. Pero en ese caso podría seguir siendo una opción dentro del mismísimo Pro la gobernadora bonaerense Vidal.
Aclaran fuentes radicales que la posibilidad de ir a las primarias abiertas 2019 con una formula propia es sólo algo que planteó un puñado de dirigentes de reconocida trayectoria partidaria pero sin ningún tipo de imposición o exigencia de definición inmediata. Pero el planteo sin duda no es nuevo y los escenarios de las PASO 2015 y 2019 son totalmente diferentes. Otro asunto que también podría ser parte de una posterior discusión es la posibilidad de plantear que haya un radical en la fórmula presidencial, lo cual haría caer toda posibilidad de competencia en las PASO.
Sí hay una clara intención de consolidar el posicionamiento territorial del radicalismo con fórmulas fuertes en los lugares que gobiernan pero también con la meta de recuperar para Cambiemos provincias que vienen siendo conducidas por una mayoría de justicialistas.
En cuanto a la gestión propiamente dicha, Cornejo tuvo una semana satisfactoria. No sólo fue presentado el proyecto de ley para que todos los jueces paguen el impuesto a las Ganancias. La iniciativa tuvo el respaldo político necesario y hasta la mayoría de la Corte nacional hizo público su consentimiento.
También avanzó una propuesta clave para la vitivinicultura. El jueves el diputado Borsani planteó en una reunión de comisiones que discuten el proyecto de Presupuesto para el año próximo la inclusión de la exención del impuesto a los espumantes, una idea que surgió de una estrategia legislativa consensuada con Cornejo. Concretamente, se incluirá un artículo que modificará la ley de impuestos internos. De esa manera se espera ponerle fin a la angustia que año tras año vive el sector vitivinícola a la espera del renovable decreto presidencial que dispone la exención. Se pondrá fin a 14 años de sucesivos decretos, desde que en 2004 la presidencia de Kirchner puso fin a la legislación que regulaba el tema. El planteo no tendría obstáculos, entre otros aspectos porque no representa costo fiscal.
Pero las especulaciones electorales no sólo se dan a nivel nacional. Aquí el intendente De Marchi parece querer plantearle al cornejismo un escenario parecido al que le genera al macrismo la UCR con sus planteos e inquietudes.
El lujanino tuvo una semana muy activa en lo que constituye su posicionamiento como precandidato a gobernador. El líder provincial del Pro pretende anotar su nombre en medio de los que aparecen de algún modo apañados por el gobernador Cornejo.
La presentación del proyecto para la implementación de la boleta única en las próximas elecciones, que sorprendió en parte al gobierno local, y las visitas a la provincia de la ministra Patricia Bullrich y de la vicepresidenta Gabriela Michetti completaron una interesante suma de actos de efecto político importante.
Bullrich, que vino a Mendoza en el marco de un congreso internacional de seguridad, también fue elogiosa hacia Cornejo y su política contra el delito y con él intercambió momentos enmarcados en lo institucional. Pero con De Marchi lo suyo fue más afectivo y partidario indudablemente. En cuanto a la Vicepresidenta, vino básicamente a Luján y calificó a De Marchi como el mejor candidato a gobernador que tiene la provincia para 2019.
De Marchi sabe muy bien que juega con un respaldo indudable del gobierno nacional, que ve en él una mayor, y lógica, afinidad partidaria. El gesto que dieron Bullrich y Michetti fue claro en ese sentido. Pero nadie se atrevería por el momento a expresar algo que fuese más allá de lo que se ve en la actual escena. Como están dadas las cosas, cualquier definición electoral en nuestra provincia que llegase a requerir la opinión del gobierno nacional necesariamente tendrá la participación de Alfredo Cornejo.