En un mundo que ha convertido al deporte en un espectáculo globalizado, al extremo que, por ejemplo, la Supercopa de España se jugará este año en un estadio marroquí, el Ibn Batuta de Tánger, el rally Dakar se sigue corriendo en Sudamérica, el Giro de Italia salió desde Israel o que Catar y Japón competirán en la próxima Copa América de Fútbol, da mucha alegría que por estos pagos se sigan creando lazos con la mendocinidad.
El regreso de la Copa Vendimia de fútbol con un Gimnasia e Independiente que llenó las populares del Malvinas y en el que no hubo incidentes de gravedad fue la gran noticia de esta semana para los mendocinos. Que la gente se identifique con los colores de su barrio es el primer paso hacia el fortalecimiento de una identidad.
El encuentro del miércoles se vivió como una final, más allá de que era un partido amistoso y en medio de una pretemporada. Pero eso le importaba a los técnicos, los hinchas entendieron le devolvieron a este enfrentamiento el rótulo que nunca perdió, pero que estaba careciendo de brillo, el de Superclásico. Y un dato que no es menor, ambos apostaron a valores de inferiores.
Pero Mendoza tuvo también otras situaciones que hacen que podamos afirmar que estamos por el buen camino. Y eso lo destacaba Federico Chiapetta, Subsecretario de Deportes de la provincia, en la presentación del partido de ayer entre Argentina y Colombia. “El futsal ha tenido en los últimos tiempos un crecimiento importante y por eso no es casual que el estadio cerrado se inaugure con un partido de esta actividad”.
La apertura de este nuevo recinto, que también permitirá a muchas disciplinas no tener que deambular para poder competir en otros niveles (torneos o ligas nacionales) tuvo a once jugadores nacidos en nuestra tierra en el plantel del equipo nacional. Una muestra de que la provincia se ha convertido en una potencia en la actividad.
Macarena Sanz (balonmano), Augusto Alonso (fútbol para amputados),
Celita Tejerina (windsurf) y Macarena Rodríguez (hockey césped)
llevarán la Antorcha olímpica.
Y más allá de que muchos quieran denostar la actualidad del estadio, ya nos dio la posibilidad de tener un campeón del mundo como Colombia visitando nuestra provincia y que más de 8.000 personas pudieran disfrutarlo. Eso no hubiera pasado en otras circunstancias.
La noticia de que Sofía Morán, una nena de apenas 12 años, esté hoy en el Mundial de Aeróbica deportiva y que lo haya podido hacer porque la gente de San Roque, localidad de la que es oriunda, se juntó para ayudarla económicamente es otra luz de esperanza.
Nuestras raíces nos siguen tirando y el semillero viene creciendo con firmeza.
Esta semana también hubo festejos de la gente de que las categorías 2001, 2002 y 2003 de Maipú Futsal se consagraron campeones nacionales en Resistencia, Chaco.
La sexta división de Gimnasia y Esgrima jugó ayer la final de su categoría por el torneo de AFA, un logro que para muchos es mínimo pero que dará sus frutos en un futuro no muy lejano. La decisión de apostar a medirse con los mejores del país desde las categorías formativas fue un acierto que Godoy Cruz, Independiente y el Lobo han tenido en el último tiempo.
Leonardo Murialdo festejó e éxito de sus patinadoras en el torneo Nacional A e Internacional de patinaje artístico que se disputó en Rosario.
Y el seleccionado de basquetbol de la provincia estuvo muy cerca de alcanzar una histórica semifinal en el argentino de mayores, donde terminó quedándose con el quinto puesto.
Justamente el básquetbol es otra actividad que ha demostrado que muchas veces el amor es más fuerte. Ante la posibilidad de que el equipo de Rivadavia Basquetbol se bajara de la Liga Argentina (segunda categoría a nivel nacional), los hinchas del Naranja se juntaron con los dirigentes y propusieron una salida económica.
Ya no miramos más allá de Desaguadero como el pibe que pone la ñata contra el vidrio. Crecemos desde adentro, con bases sólidas y un arraigue que hace rato estábamos reclamando.
