Minuto 22 del segundo tiempo. Godoy Cruz 1 - Aldosivi 0. El centro de Angileri va perfecto al segundo palo, ahí donde el Morro García se hizo el espacio para escapar de su marca y aparecer libre. Sin embargo, su derechazo de primera cruza toda el área y se va desviado.
"¡Este no es el Morro García, muéstrenme el DNI. Si era el Morro García, eso era gol!", narra el colega Sergio Robles durante su relato.
Y no es para menos. Al Morro García no sólo se lo muestra impreciso a la hora de definir (ahí donde en la Superliga pasaba no fallaba casi nunca). Además, se lo nota algo lento en el uno contra uno y falto de reacción. Inconexo, aislado, le cuesta entrar en el juego asociado de Godoy Cruz.
De hecho, una de las características que más se le ponderaban aparte de ser un animal del área, era su capacidad para moverse fuera de ella y asistir a sus compañeros.
Es cierto, con su asistencia a Ángel González y ese remate de volea que se fue apena alto un minuto antes de salir sustituido (por el debutante Ezequiel Bullaude) le alcanzó para enderezar una actuación que hasta ese momento había sido apenas discreta. Y él mismo lo reconoció en la nota post partido.
“Hoy por hoy no estoy pasando mi mejor momento futbolístico, la pelota no está entrando y para un delantero, el hecho de no hacer goles hace que te miren con otros ojos. Pero yo prefiero hacer el trabajo que me dice el entrenador para poder habilitar a mis compañeros y pueda tener un poco más de juego. El equipo venía perdiendo y a uno como jugador le duele perder, pero mantengo la calma tanto yo como mis compañeros para poder sacar el momento adelante. Nos vamos con un triunfo que alivia lo que veníamos atravesando, que eran tres derrotas consecutivas. Y nos vamos contentos porque los chicos del club siguen fluyendo”, comentó.
-¿No te molesta que Mansur haya dicho que estás en deuda?
-No, no me molesta. Me molestaría si me lo diría mi hermano, lo de él lo tomo como la palabra del presidente, es el jefe, hay que escucharlo y seguir trabajando.